El papa Francisco advirtió en una entrevista
publicada este viernes que no se puede hablar de pobreza y luego llevar
"una vida de faraón", tras las revelaciones sobre el despilfarro de
algunos cardenales en el escándalo conocido como Vatileaks.
"La Iglesia debe hablar con la verdad y también con
el testimonio, el testimonio de la pobreza. No es posible que un creyente hable
de pobreza y de los sin techo y lleve una vida de faraón", dijo el
pontífice argentino al diario holandés Straatnieuws, de Utrecht
(centro).
"En la Iglesia hay algunos que en lugar de servir, de
pensar en los demás (...) se sirven de la Iglesia. Son los
arribistas, los que están apegados al dinero. ¿Cuántos sacerdotes y obispos de
este tipo habremos visto? (...) Es triste de decir, ¿no?", añadió en la
homilía durante su misa matinal en el Vaticano.
Dos libros publicados este jueves en varias
lenguas sacaron a la luz, gracias a documentos confidenciales, la gestión
calamitosa de las finanzas vaticanas y el despilfarro de algunos prelados,
instalados en lujosos apartamentos.
El papa prometió recientemente a uno de sus
allegados, citado este viernes por el diario italiano La Stampa , que la
gestión del ingente patrimonio inmobiliario de la Iglesia "va a
cambiar".
No obstante, advirtió Francisco al diario Straatnieuws,
la Iglesia no
podrá deshacerse de la mayor parte de su rico patrimonio inmobiliario, que
sirve para apoyar sus obras caritativas, ni de sus tesoros artísticos, que
pertenecen "a la humanidad".
"Si mañana yo dijera que íbamos a subastar la Piedad de Miguel Ángel, no
sería posible. Porque no pertenece a la Iglesia. Está en una
iglesia, pero pertenece a la humanidad. Y eso vale para todos los tesoros de la Iglesia ", explicó.
"Hemos empezado a vender los regalos y otras
cosas que me dan", recordó el papa, que acaba de entregar unos 40 de esos
regalos como premio con motivo de una tómbola caritativa. Entre ellos hay un
coche Lancia, un Rolex y un tándem.
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