SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 25 de agosto de 2018

Consumir carbohidratos con moderación parece ser óptimo para la salud y para tener una vida más larga.

La investigación, liderada por la especialista en medicina cardiovascular Sara Seidelmann, del Brigham and Women’s Hospital (Estados Unidos), reveló que las dietas que sustituyen los carbohidratos por proteínas o grasas deberían evitarse por su posible vínculo con “ciclos de vida más cortos”.

“Consumir carbohidratos con moderación parece ser óptimo para la salud y para tener una vida más larga”, según los expertos.
El estudio también destacó que el reemplazo de este tipo de alimentos por ternera, cordero, cerdo, pollo o queso está relacionado con unos mayores índices de mortalidad, mientras que una dieta rica en proteínas vegetales (como las verduras, las legumbres o los frutos secos) disminuye el riesgo de mortalidad.

“Las dietas bajas en carbohidratos, las cuales los reemplazan con proteínas o grasas, están ganando popularidad como una forma saludable de perder peso”, dijo Seidelmann.
“Sin embargo, nuestros datos sugieren que estas podrían estar asociadas con una vida más corta y no deberían ser recomendadas”, apostilló la investigadora.
No obstante, la especialista en medicina cardiovascular aclaró que, “si una persona decide comenzar una dieta de estas características, al menos debería incluir más proteínas vegetales, las cuales promueven un envejecimiento saludable”.

Los autores analizaron los hábitos alimentarios de 15.428 adultos de entre 45 a 64 años de diversos orígenes socioeconómicos y procedentes de cuatro comunidades estadounidenses.
Durante un seguimiento de 25 años, 6.283 de los participantes fallecieron.
Los expertos observaron una relación entre la baja ingesta de carbohidratos y la esperanza de vida.
Observaron una baja esperanza de vida para aquellos que llevaban a cabo dietas bajas en carbohidratos (menos del 40% de las calorías) o altas (más del 70%), y alta para los que optaban por un consumo moderado (entre el 50 y el 55% de las calorías).

Asimismo, los investigadores estimaron que, a partir de los 50 años, la esperanza de vida promedio fue de 33 años adicionales para el grupo con una ingesta moderada de carbohidratos -cuatro años más que aquellos con muy bajo consumo de carbohidratos y un año más que aquellos con alto consumo.
A pesar de esto, desde el estudio aclararon que, dado que las dietas solo se midieron al inicio del ensayo y luego seis años después, los patrones dietéticos pudieron variar, lo que afecta al nivel de fiabilidad de los resultados.

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