Okjökull es el primer glaciar de Islandia en sufrir los efectos del cambio climático. Una placa conmemora su pérdida y advierte que el peligro no ha terminado.
La última víctima del cambio climático ha sido Okjökull, un pequeño glaciar islandés al borde del mundo. El aumento de la temperatura ha reducido su masa y espesor con el tiempo, haciéndolo perder para siempre, en 2014, el estatus de glaciar. Hoy su nombre es simplemente Ok (jökull es la palabra sueca para hielo) y su tamaño es sólo del 7 % de los de fue hace un siglo.
Para Islandia, sin embargo, no es sólo un nombre para cambiar en los mapas. La historia de Ok también contiene una advertencia de que el país está listo para esculpir en la memoria de sus habitantes y más allá.
Es por eso que el próximo mes el geólogo Oddur Sigurðsson y sus colegas de la Universidad de Rice en Houston revelarán un trabajo conmemorativo por el glaciar desaparecido. O más precisamente una “Carta al futuro“, como escribe el autor Andri Snær Magnason, a quien se han confiado las palabras de la placa.
Un simple mensaje que recuerda al final los niveles actuales de dióxido de carbono en la atmósfera, un recordatorio de una situación global definida por los climatólogos ya de por sí peligrosa hoy en día.
Los antropólogos Cymene Howe y Dominic Boyer de la Universidad de Rice, que también produjeron en 2018 un documental dedicado a Ok, esperan que el monumento sea capaz de concienciar sobre los efectos del cambio climático.
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