Investigadores señalan que es necesario “un nuevo paradigma” que cumpla la función de “la historia oficial” que se transmitía durante la escolarización de las personas. Un estudio sobre la construcción de nuestras representaciones sociales al respecto evidenció que “desconocemos nuestra identidad vista por nosotros mismos”.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora realiza un estudio para conocer la construcción y resignificación de las representaciones sociales respecto de la identidad como argentinos instaladas en los cánones escolares. Durante el proyecto se encontraron con que existe la necesidad de “plantear un nuevo paradigma” que releve al “relato oficial”.
“Nos encontramos con un problema serio, desconocemos nuestra identidad vista por nosotros mismos”, explica a Argentina Investiga Eduardo Urbano, docente que lidera el proyecto. En ese sentido, el grupo busca “dejar un marco para pensarnos a nosotros mismos. Los relatos que tenemos en muchos casos son propios de la mirada de los conquistadores”, dice y agrega: “Nuestra narrativa plasma una realidad sólo de ‘gente blanca’, ‘indios’ y ‘negros’ aparecen de forma esporádica, nuestra cultura según el relato oficial no se vio afectada por la población nativa”.
Según el investigador, “el canon oficial y la historia oficial cayeron y generaron un vacío. Al no haber surgido otro relato que estuviera a la par, con la caída de uno y de otro, corremos el riesgo de quedarnos sin nada. Existen historias que disienten, pero no pudieron conformarse como una ‘historia oficial’ para marcar lo que es ser argentino”.
Es por eso que uno de los objetivos es revalorizar autores como Homero Manzi, Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche, que no impactan en todos los niveles educativos y con los que se puede generar un marco propio para pensarnos desde nosotros.
La relevancia del estudio se basa en que “la identidad nacional se crea, desde lo empírico, en base a lo propuesto por el Estado, es decir, desde los cánones”, puntualiza el líder del proyecto.Urbano aclara que “el canon escolar es la imposición de criterios, que parecen puros pero están impregnados de decisiones políticas e ideológicas, arbitrarias y subjetivas. El relato escolar fue creado para marcar determinados valores. El canon oficial, por su parte, determina el sentido común y de pertenencia dentro de una sociedad”.
Por otro lado, define a las políticas de la representación como “aquellas visiones que buscan formarse dentro de un mismo territorio a través del relato creado y que se vinculan necesariamente con la imposición de un canon escolar”, es decir, que “las políticas de la representación se expresan en la creación del canon”.
La investigación surge mediante una preocupación. “Los estudiantes desconocen situaciones trascendentes de la historia argentina -como por ejemplo el carácter disciplinador en lo social de la dictadura- más allá del ‘relato oficial’”, indica Urbano. Tanto el canon escolar como las políticas de representación son importantes para permitir la construcción de la figura de ciudadanos. Esta figura se crea mediante el procesamiento y la resignificación de información que los sujetos hacen para ser parte de una sociedad y transformarse en sujetos individuales.
El estudio y la investigación se realizan desde 2004 mediante entrevistas cualitativas, con un promedio de entre ochenta y cien cuestionarios por año y un marco teórico creado en base a estudios de fuentes y pensadores con mirada nacional para proponer nuevos objetivos, perspectivas y preguntas desde el ámbito propio, con la idea de reflejar el “relato oficial” y proponer nuevos paradigmas de identidad y ciudadanía.
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