SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 4 de marzo de 2020

HOJAS de LAUREL, no solo para cocinar, sepamos más de sus virtudes.


Las hojas de laurel son muy usadas en la cocina desde tiempos remotos. El laurel se ubica dentro de la familia de las lauráceas. Aunque no está claro, es posible que se originara en Asia Menor y de allí a toda la región de Mediterráneo.

El laurel es un árbol de gran tamaño, de hoja perenne y que crece hasta los 9 metros de altura. Las hojas son gruesas y de forma elíptica, muy brillantes y de un color verde oscuro. Incluso las hojas marchitadas o secas tienen un aroma muy fuerte y se pueden guardar en el armario de nuestra cocina durante meses.

Beneficios y propiedades para la salud de la hoja de laurel

La especia contiene muchos derivados compuestos, como minerales y vitaminas, que son esenciales para una salud óptima. El laurel tiene componentes activos volátiles, tales como a-pineno, beta-pineno, mirceno, limoneno, linalool, chavicol de metilo, neral, acetato de geranilo, eugenol, y chavicol.

Se sabe que estos compuestos tienen propiedades antisépticas, anti -oxidantes y digestivas. Las hojas frescas son una muy rica fuente de vitamina C. Esta vitamina es un antioxidante poderoso que ayuda a eliminar los radicales libres del cuerpo.
La vitamina C también tiene un estimulante inmunológico para la rápida cicatrización de heridas. Las hojas de laurel contienen ácido fólico. Los folatos son importantes en la síntesis de ADN y al momento de administrarse durante el período de concepción, ya que contribuyen a prevenir daños del tubo neural en el bebé.
Las hojas de laurel contienen una excelente fuente de vitamina A. La vitamina A es un antioxidante natural y es esencial para la visión. También se requiere de esta vitamina para el buen mantenimiento de la piel. El consumo de alimentos naturales abundantes en vitamina A ayuda a proteger la cavidad oral.
La especia es de hecho, una muy buena fuente de vitaminas como la niacina, piridoxina, ácido pantoténico y riboflavina. Estos compuestos de vitamina B ayudan en la síntesis de las enzimas, la función del sistema nervioso y la regulación del metabolismo del cuerpo.
Esta especia es una buena fuente de minerales como el cobre, manganeso, hierro, zinc y magnesio. El potasio nos ayuda a tener controlado el buen funcionamiento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. El manganeso y el cobre son factores que desencadenan la acción de la enzima antioxidante superóxido dismutasa, siendo el hierro es esencial para la producción de glóbulos rojos.
El Laurel puede ayudar a disminuir el dolor articular. Hierve un litro de agua y añade 10 gr de hojas de laurel. Aplícalo sobre la zona que te duela.

Usos medicinales de la hoja de laurel.


En medicina, los beneficios de la hoja de laurel tienen propiedades astringentes, diuréticas y estimulantes del apetito. Las infusiones de laurel tienen fama de aliviar las úlceras de estómago, flatulencia y dolor cólico. El ácido láurico en la hoja de laurel sirve como repelentes de insectos. Los componentes del aceite esencial del laurel se utilizan en el tratamiento de la artritis, dolor muscular, la bronquitis y la gripe.

Selección y almacenamiento de las hojas de laurel.

Tradicionalmente, las hojas de laurel se recogen y se secan lentamente bajo la sombra de la luz solar directa, a fin de conservar sus aceites esenciales volátiles. En las tiendas de especias, se pueden encontrar diferentes tipos de preparaciones de la hoja de laurel. Completamente deshidratadas, se secan y se trituran.
Compra de fuentes auténticas y evita las que no tengan olor, puesto que pueden tener manchas, hongos y hojas infectadas. Una vez en casa, coloca las hojas de laurel en un frasco hermético y mantenlo alejado de la luz directa. Sus hojas no deben almacenarse durante más de un año, dado que perderían el sabor.
Recuerda consultar con tu médico antes de variar o introducir nuevos elementos en tu dieta.

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