“Los precios que le paga la industria a los
tamberos no alcanzan y la distorsión de precios
entre lo que recibe el productor y paga el consumidor es una vergüenza”
Se reunió de forma
virtual la comisión interna de lechería de Federación
Agraria Argentina (FAA)
y definieron a la actualidad que viven
los pequeños y medianos tamberos argentinos
como “calamitosa“. Además, se reclamó que las autoridades
nacionales y provinciales “reaccionen frente
a un letargo eterno de reuniones sin soluciones mientras familias tamberas
siguen desapareciendo de la actividad”.
Los
federados recordaron la famosa frase “No hay peor sordo que aquél que no quiere
oír”, pero aseguraron que sí hay un peor: “Aquel al que por una
oreja le entra y por otra se le va“.
Los ruralistas sostienen
que está “en manos del Gobierno la llave para que
de una vez por todas se destrabe esta situación de precios desleales a
quienes trabajan los 365 días del año para producir un alimento tan vital como
la leche”.
A
lo que se refieren los federados cuando dicen “el gobierno tiene la llave” es
nada más y nada menos que el programa
nacional de “Precios Máximos”, algo que está limitando la actualización de
precios en toda la cadena.
Las bocas de suministro
no actualizan los precios, por ende distribuidores e industria tampoco lo
hacen, y así es que el precio pagado al tambero sigue siendo el mismo desde
hace meses. Una
situación que se está replicando en varios escenarios a nivel mundial como es
el caso de España, donde la suba del precio de la alimentación en
los bovinos continúa sin volcarse al producto.
Según
los ruralistas, “es una vergüenza que una de las primeras
marcas de Argentina este pagando 22 pesos por litro ante
la mirada atónita del Gobierno Nacional”.
“Los
precios que le paga la industria a los tamberos no alcanzan y la distorsión de precios entre lo que recibe el productor y paga
el consumidor es una vergüenza”, cerraron.
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