Contando
ya con el excelente salón que fue inaugurado el 27 de abril de 1940, el club se
dispuso a dar funciones de cine mediante una concesión a favor del señor Angel
Etchart en el año 1941.
Al
año siguiente compró las máquinas al señor Arturo Armano.
A
través de medio siglo los triunfenses gozaron de las películas proyectadas en
CASET hasta fines de los '80, cuando la afluencia de expectadores fue mermando,
motivados tal vez por la oferta del video-cable, llevando en poco tiempo a la
suspensión definitiva de las proyecciones, luego de diversos intentos de
supervivencia mediante ofrecimiento de material cinematográfico de distinto
tipo y naturaleza.
Han
quedado en el recuerdo las noches de cine de los jueves y los domingos con
doble función: matineé a la tardecita, para luego a partir de las 21 horas
iniciar la proyección de dos películas, preferentemente una nacional y una
extranjera, y no faltaron en algunas ocasiones que hasta los sábados fueron
días de cine.
Los anuncios mediante la difusora altoparlante y la singular luz encendida en la punta del mástil ubicado en la esquina del club, símbolo inequívoco de que la cinta había llegado en tren o colectivo y que la película se proyectaría.
Recientemente,
el 25 de mayo de 2009, se han cumplido 100 años de la llegada de Gustavo
Navarro a El Triunfo, hecho recordado por su hija Cholita, acompañada por un
grupo de vecinos, con un simple homenaje ese mismo día frente al lugar donde él
trabajó, y que fuera entonces la panadería de Russo, hoy ya demolido el
edificio sobre la ancha avenida San Martín.
Don
Gustavo nació en Lincoln el 28 de noviembre de 1894 y con sus 14 años de edad
decidió ser otro pionero del pueblo que se estaba formando a 30 kilómetros al
sur de su ciudad. Sólo había transcurrido poco más de un mes del 18 de abril de
1909, cuando se realizó el remate del loteo de terrenos, quintas y chacras en
el teatro Porta Pía de Lincoln, y faltaban tres meses para el hecho que dio
estado de fundación, el paso del primer tren de pasajeros el 9 de septiembre.
A
principios de 1920 don Gustavo fue confirmado en el cargo, el 27 de febrero de
1926 pasó a ser encargado y el 2 de octubre de 1928 fue nombrado jefe de la
estafeta.
La correspondencia llegaba en tren dos veces por semana y las repartía desde
una ventana de la sala contigua a la panadería, a veces hasta con restos de
harina en su delantal, con la colaboración de don Domingo Etchart que le
ayudaba a cantar los nombres de los destinatarios frente al grupo de vecinos
que allí enfrente se agrupaban.
En
esa misma sala se fundó CASET el 5 de septiembre de 1923.
Por resolución de la Dirección de Correos y Telégrafos, el día 26 de septiembre
de 1928 cambia de estafeta postal a oficina de correo y el 3 de octubre de 1929
comienza a funcionar con esa nueva categoría en el tradicional edificio de la
actual calle Moreno, donde Navarro vivió con su familia hasta que se jubiló el
31 de diciembre de 1947.
El
18 de noviembre de 1926 contrajo enlace con doña Angela Alvarez. Tuvieron dos
hijas, Pitina (Angélica Paula) nacida en El Triunfo el 5 de septiembre de 1927
y Cholita (Haydeé Emma) nacida en Quilmes el 29 de junio de 1929.
En
la década del 20, junto a Enrique Nogueira administró la confitería "La
Armonía" ubicada en la tradicional esquina de las actuales Avda San Martín
y Alberdi, con funciones de cine mudo. Mientras tanto y sin descuidar las
actividades mencionadas anteriormente, en 1926 adquiría el colectivo del señor
Scotti, vecino de Bragado, que desde 1924 prestaba el servicio de transporte de
pasajeros entre Lincoln y El Triunfo.
Fue
integrante del club Juventud Unida y aunque no participó en la fundación de
CASET, se unió años después siendo un entusiasta socio y presidente durante
seis años consecutivos desde 18 de diciembre de 1935 hasta 30 noviembre de
1941, cuando lo sucede en el cargo don Ernesto Ortiz. Durante su gestión se
construyó el salón social, inaugurado el 27 de abril de 1940.
Movido
por el entusiasmo de ver el avance de la obra, se ausentaba del correo y dejaba
a sus niñas encargadas de llamarlo cuando llegara gente a retirar o despachar
correspondencia. Sin duda el salón social del club fue la concreción de su gran
sueño.
Se
jactaba con legítimo orgullo: "Era el primero en llegar y el último en
retirarme de la reuniones de comisión directiva".También gustó de componer
poesías. De ellas se toman estos versos que con sentimiento le dedicaba a
CASET:
"Seis años tu nave timonié
Creo que ese tiempo no es un día
A puerto seguro te llevé
Con fe, honradez y gallardía."
Orador
apasionado, supo aprovechar la oportunidad en los festejos del cincuentenario
de El Triunfo para expresarle al vicegobernador de la provincia de Buenos
Aires, Arturo Crocetti, presente en el acto, que el pueblo había logrado
progresar más por la iniciativa de sus pobladores que por la ayuda de las
autoridades, decía: "Tenemos una frecuencia de trenes igual que la de hace
50 años.
Siempre
presente en la cenas aniversario de CASET concurría con la bufanda verde y
blanca que agitaba en alto durante sus discursos.
Apasionado
del futbol acercaba sus consejos a los jóvenes jugadores durante el
entretiempo, y tal fue el cariño que despertaba en ellos que en el año 1975
cuando CASET poseía un excelente plantel, y participaba en Lincoln en un
campeonato nocturno, lo hacía con el nombre de "Don Gustavo".
Falleció
en El Triunfo el 26 de febrero de 1978. En el traslado de sus restos, el
cortejo se detuvo frente a la sede de CASET y su féretro fue cubierto con la
bandera de la institución. El secretario de la comisión directiva renovada el
día anterior, Abel Julían Moreno, fue el encargado de pronunciar las palabras
de despedida.
Su esposa, doña Angela, falleció el 6 de diciembre de 1984. Vivía en Lincoln
con su hija Cholita desde el 12 de diciembre de 1982.
En
la década del 80, cuando se construyó el mágnífico gimnasio, la comisión
directiva de CASET decidió hacer el justo homenaje dándole el nombre de Gustavo
Navarro.
CMD
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