Construida alrededor de 1180 y advocada al apóstol Andrés, la iglesia de
Borgund está excepcionalmente bien conservada y es una de las construcciones de
madera más destacadas de Noruega. Algunas de sus características son los
portales lujosamente labrados y en el techo las tallas de cabezas de dragones.
Estos templos representan la contribución noruega a la arquitectura mundial,
además de que estos edificios resultan los más longevos y los mejor preservados
de esta voluntariosa nación que perteneciera en el pasado a Dinamarca y a
Suecia.
Los nuevos cristianos que
levantaron el templo de Borgund no erradicaron la mitología vikinga, que
irrumpe en los lugares menos pensados del conjunto edilicio. Sus paredes están
formadas por tablas verticales de madera, tejas, de ahí la calificación de
«iglesia de duelas». Los cuatro postes de las esquinas están articulados desde
el suelo mediante alféizares, reposando en una basa de piedra. Las duelas
intermedias se elevan desde el desplante de las soleras y cada una posee
lengüetas y surcos, para enclavarse con sus vecinos y ensamblar una pared
resistente. Stavkirke: en noruego, kirke, iglesia; stav, estaca, bastón o vara.
Borgund está construido sobre una planta basilical,
con pasillos laterales reducidos y un presbiterio y ábside adicionales. Tiene
una nave central elevada delimitada en cuatro lados por una arcada. Un
ambulatorio corre alrededor de esta plataforma hacia el presbiterio y el
ábside, ambos añadidos en el siglo XIV. Un ambulatorio adicional, en forma de porche,
corre alrededor del exterior del edificio, protegido bajo el techo de tejas
sobresalientes. El plano de esta iglesia se asemeja al de una cruz griega de
doble capa y planta central con un ábside unido a un extremo en lugar del
cuarto brazo. Las entradas a la iglesia están en los tres brazos de la casi
cruz.
La viguería del techo descansa y trabaja con estructuras de tijera en
ángulo pronunciado que arman una X, con un tramo superior angosto y un tramo
inferior dilatado, atados por un esqueleto inferior para impedir su desplome.
El soporte adicional lo proporciona una montura que atraviesa la X, debajo del
punto de intersección, pero por encima del entramado bajo. La cubierta está
abruptamente inclinada, abordado horizontalmente y revestido con tejas. El
techo exterior original habría sido resistente a la intemperie con tablas
colocadas a lo largo, en lugar de tejas. En años posteriores, las tejas de
madera se hicieron más comunes. La construcción del techo con vigas de tijera
es típica de la mayoría de las iglesias de madera.
La mayoría de los accesorios internos bastardos, es decir
procedentes de épocas posteriores, se han eliminado. Así, salvo la hilera de
bancos adosados a lo largo del muro dentro del templo en el ambulatorio fuera
de la galería y la plataforma elevada, originales desde la fundación del templo,
el resto de los enseres y aditamentos se remontan a la Reforma protestante,
cuando la iglesia se convirtió al culto luterano, incluyendo un púlpito, una
fuente de esteatita (1), un altar y su retablo, un atril y hasta un
armario-despensa. El edificio quedó bajo la protección y custodia de la Fortidsminneforeningen (Sociedad
para la Preservación de los Monumentos Antiguos Noruegos) al adquirirlo en
1877, transformándose en museo desde entonces.
Se encuentran varias inscripciones rúnicas (2) (runa = letra) en
las paredes del portal del oriente. Una lee: “Thor escribió estas runas durante
la noche en la misa de San Olav”; la otra consigna: «Ave María». Simbiosis
plena entre la tradición vikinga y el emergente culto cristiano. Uno de los
contactos cruciales entre ambas concepciones del mundo tiene lugar con el
saqueo del monasterio de la isla de Lindisfarne el 8 de junio de 793, en la costa británica del mar del
Norte. La voz vikingo, de origen incierto, pareciera remitir a un espacio
geográfico, el reino de Viken (del nórdico, “bahía pequeña”) que abarcaba Oslofjord y Skagerrak: el estrecho entre Noruega,
la costa suroeste de Suecia y
la península danesa de Jutlandia.
La Stavkirke de
Borgund se menciona por primera vez en registros escritos en 1342. La
investigación dendrocronológica ha demostrado que la madera utilizada para la
construcción de la iglesia fue talada en el invierno de 1180-1181. En
consecuencia, su construcción gira alrededor de esa fecha. La estructura
medieval se conserva prácticamente intacta. Se compone de nave, presbiterio con
la galería circundante y ábside, los dos primeros cuerpos disponen de un centro
elevado y una cubierta a dos aguas. Las torres del ábside se cierran con techos
cónicos.
El conjunto incluye un campanario exento con reloj medieval. Los
troncos, durmientes, postes, tirantes diagonales, huellas, duelas, placas y
tablones de pared son originales en la estructura en su conjunto, salvo mínimas
excepciones de tejas reemplazadas.
La única modalidad constructiva en madera de la Edad Media que ha
sobrevivido hasta nuestros días es la Stavkirke.
La razón es muy sencilla, ya que las columnas o pilares no se enterraban, pues
se colocaban verticalmente sobre una estructura rígida en forma cuadrada que
descansaba sobre un asiento firme de rocas. Sus soleras se ensamblaban en sus
esquinas por un sistema de espiga-muesca, mientras los postes se instalaban
sobre una muesca en la parte superior.
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