SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 17 de julio de 2022

LECTURA de DOMINGO: Alucinaciones más comunes que se pueden sufrir sin tomar ninguna droga. ¿Que dice la ciencia?

 Tener experiencias que van más allá de la realidad es un trastorno más común de lo que imaginas. Según un estudio realizado en 18 países, una de cada 20 personas de la población general sufre alguna alucinación a lo largo de su vida, sin tener ninguna relación con el consumo de drogas, alcohol o medicamentos.

La America Pychological Association define este fenómeno como una percepción sensorial que tiene el convincente sentido de la realidad de una percepción real, pero que ocurre sin estimulación externa del órgano sensorial implicado.

“Son una distorsión, falsas percepciones sensoriales sin objeto, que proceden de fuentes internas (de la mente). Sin embargo, son verdaderas para la persona, que no puede ejercer un control voluntario de ellas”, aclara la Dra. Marta Campo Ruano, Jefa de Servicio de Psicología del Hospital Sanitas La Zarzuela.

Por qué se producen

Los detonantes para esta sensación subjetiva son múltiples. “Puede tener un origen orgánico, como un tumor cerebral o demencia del tipo del Alzheimer, o desencadenarse por ciertos trastornos mentales, como la esquizofrenia, el estrés postraumático o la depresión psicótica”, detalla la Dra. Ruano.

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Asimismo ciertos fármacos pueden desencadenarlas. “Algunos pueden tener un efecto sobre el sistema nervioso central y provocar alucinaciones en personas sensibles, aunque es muy poco habitual. Es el caso de ciertos medicamentos utilizados para tratar enfermedades cardiovasculares, algunos antiinflamtorios esteroideos, anticonvulsivos o antibacterianos “, continúa

Y no solo existe un tipo de alucinación. Aunque en la cultura popular suelen asociarse con el sistema auditivo o visual, existen también olfativas, gustativas, hápticas (táctiles), somáticas (propioceptivas), cinestésica (psicomotriz) o una combinación de ellas. “Aunque las más frecuentes son las auditivas”, subraya.

Tener visiones

Ver algo que realmente no está presente, es lo que ocurre cuando las alucinaciones son de tipo visual. Según indica la Academia Americana de Oftalmología suelen ser producto de ciertas medicaciones o de su combinación. Pero también pueden deberse a la demencia, las migrañas o el alcoholismo.

Oír lo que no existe

¿Una explicación racional a ciertos fenómenos del cine de terror? Las alucinaciones auditivas. Se estima que entre un 5% y un 28 % de la población general oye voces que otros no, según revela un estudio desarrollado por la Universidad de Wollongong en Australia.

Es el tipo más común en los pacientes que padecen esquizofrenia, así como en trastornos bipolares y demencia. En personas que han sufrido la pérdida de un ser querido también puede manifestarse percibiendo su voz.

Engañar el tacto

Este caso induce sensaciones en la piel o el cuerpo que realmente no se están llevando a cabo. “Pueden producirse por lesiones en las vías sensitivas provocadas por el alcoholismo crónico o las drogas psicoactivas”, indica la Dra. Campo. Uno de los síntomas más comunes es experimentar la presencia de insectos sobre la piel.

Olfato fantasma

Oler algo que no existe es la consecuencia de este tipo de alucinación también denominada fantosmia.

Los olores varían según la persona y pueden ser agradables o desagradables, indica el neurólogo Jerry W. Swanson en el portal de la Clinica Mayo, añadiendo que pueden parecer estas siempre presente o ser intermitentes.

Este fenómeno puede ocurrir tras una lesión en la cabeza o una infección respiratoria superior. Las convulsiones del lóbulo temporal, senos inflamados, tumores cerebrales y la enfermedad de Parkinson son otras de sus justificaciones según indica Swanson.

Reconocer lo irreal

Pese a lo desconcertante que se presentan las alucinaciones, se puede lidiar con ellas. “Para tratarlas, en primer lugar es conveniente identificar las causas, y para ello hay que hacer una completa evaluación de la persona que las sufre. Si aparecen como consecuencia de una trastorno mental, deben utilizarse psicofármacos (antipsicóticos) para tratarlas, o un tratamiento de desintoxicación, si son fruto del consumo de sustancias”, recomienda Marta.

Pero en la mayoría de los casos la terapia no está enfocada a terminar con ellas. “El objetivo de la intervención no es eliminar las alucinaciones, sino cambiar el significado que tienen para la persona y disminuir así su malestar emocional.

 

 

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