31 de mayo de 2025: Un sol
radiante luego de las copiosas lluvias acompaño a los poetas y poetisas de
diversas latitudes, que estremecieron con sus sensibles obras el bello y
apacible Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires, la magia de la lectura
de poesías al aire libre fue el broche emotivo, poetas que se acompañaron con
guitarras, una preciosa niña que ya ama la poesía como expresión de sus
inquietudes, destacaron si vale la expresión a tantos sentimientos vertidos. Cabe
subrayar y agradecer el esfuerzo del escritor y poeta Juan Botana quien
organiza estos eventos.
La cantidad y calidad de los
sitios en CABA y en el resto del país que organizan personas e instituciones
eventos de lectura de poesía, destaca la necesidad humana de este arte, que
durmió un poco para regresar con toda la fuerza y la sensibilidad de los
juglares y poetas de antaño.
Es sabido que la poesía es un género
literario que se caracteriza por ser una manifestación de los sentimientos,
emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a la belleza,
el amor, la vida o la muerte por medio de la palabra. Como tal, puede estar
compuesta tanto en verso como en prosa.
Se caracteriza por expresar ideas,
sentimientos e historias de un modo estético y bello. Una composición literaria
donde se expresa artísticamente la belleza de las palabras, donde se reúnen
palabras finamente seleccionadas para transmitir sentimientos de nostalgia,
alegría, tristeza, amor, dolor. La palabra poesía proviene del
latín poēsis, y esta a su vez del griego ποίησις (poíesis),
que significa ‘hacer’ o ‘materializar’.
El origen de la poesía es impreciso y
se vincula con la antigüedad del habla humana. Existen registros de poesías de
la antigua Mesopotamia, tablillas cuneiformes de unos 5 mil años.
También se habla de registros jeroglíficos de poesía egipcia del 2.600 AC, con
canciones donde se desconoce la música, pero que se vinculan a un significado
religioso, y que se desarrollan en distintos géneros como odas, himnos y
elegías.
La poesía se trasforma en
una dosis de felicidad cuando en la vida
existen momentos de mucho caos e incertidumbre, es inevitable; después de todo,
de eso se trata la vida, de aventurarse a lo desconocido cada día. Pero esa
incertidumbre se convierte muchas veces en tristeza en lugar de aventura,
momentos en los que todo es sombrío y parece que la vida está en
nuestra contra. En esas ocasiones es cuando todos los problemas parecen no
tener solución y nos hacemos uno con la angustia y desilusión.
Es en esas profundidades cuando la
poesía puede servir como el mejor antidepresivo, en esos momentos en que
tratamos de describir el punto cúspide del duelo, el desánimo y la
melancolía. Los versos permiten adentrarte en este mágico mundo, dejarte llevar
por el dolor y así enfrentarlo; pues hacerlo algunas veces es necesario para
volver a empezar, siempre recordando que luego de cada caída nos levantamos
mucho más fuertes.
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