Luego
de un infarto: La vida sexual puede retomarse con normalidad. “Solo hay que
hacer los deberes”
Después de un
ataque al corazón, los pacientes y sus parejas preguntan a menudo si pueden
reemprender su actividad sexual, ya sea por miedo o porque las ideas generales
así lo indican, temen que la aceleración del ritmo cardiaco desencadene otro
infarto de consecuencias fatales. Estos temores se basan, entre otras cosas, en
estudios estadísticos que concluyen que el infarto es el primer factor de
muerte en la población adulta en los países industrializados.
Sin embargo, un infarto no es incapacitante y requiere, sí, de cuidados
específicos, pero que no son imposibles y representan mínimo esfuerzo en
comparación con el tiempo de que se podrá disponer para seguir disfrutando de
la vida, el amor y la sexualidad. Lo primero que debe entender una persona que
se recupera de un infarto es que mientras se encuentre hospitalizado o en
recuperación no podrá estar al frente de sus asuntos personales, y muchos menos
si éstos tienen que ver con negocios, de manera que debe ser prudente y hacerse
a la idea de que sus actividades serán vigiladas y programadas por personal
especializado o algún familiar o amigo.
Cada día que pasa no significa un
desperdicio, sino que el corazón se está recuperando, y cuanto más tiempo se
acumule desde el ataque, más oportunidades se tendrán de evitar un segundo
infarto y vivir plenamente, por lo que es mejor canalizar la ansiedad en
valorar lo que se tiene y forjarse nuevos proyectos. Para que la actividad
física y sexual vuelvan a su nivel anterior, una serie de hábitos deberán
desecharse, como fumar, beber en exceso y consumir grasas o sal, en tanto que
otros nuevos se establecerán en beneficio de la salud, como es el caso de
rutinas de ejercicio según lo establezca el médico y la incorporación a la
dieta diaria de alimentos. Todas las actividades físicas habituales y de
trabajo deberán reiniciarse, igualmente, de manera gradual, luego de un periodo
de recuperación y tan pronto como el cardiólogo lo indique. Respecto a la
sexualidad, lo mejor es adoptar una postura moderada, es decir, no precipitarse
a reanudar las relaciones íntimas ni creer que este aspecto de la vida ha
terminado.
Lo más conveniente es esperar un lapso razonable antes de reiniciar
cualquier actividad física moderada o intensa, aproximadamente uno o dos meses
después del ataque. En primer lugar, debe considerarse que la exigencia al
corazón, aunque no es tan intensa como pudiera pensarse (es la misma que cuando
se da un paseo ligero o se suben uno o dos pisos por una escalera) implica
esfuerzo de la persona convaleciente, pues los encuentros íntimos aumentan
frecuencia cardiaca, respiración y presión arterial, así que es mejor retomar
el ritmo sin prisa.
La contraparte se da en aquellas personas que temen
reanudar las actividades que impliquen esfuerzo por miedo a sufrir un segundo
infarto. Hay que decir al respecto que la recuperación, cambio de dieta y
hábitos permiten estabilizar al corazón de manera tan óptima que todas las
actividades de la vida diaria, incluido el sexo, se pueden realizar
normalmente. Los especialistas recomiendan que las relaciones sexuales se
mantengan con una persona ya conocida, en un ambiente cotidiano y de la misma
forma que se hacía antes de sufrir el infarto, sin someter al cuerpo a un
esfuerzo excesivo o sobreexcitación. Si aparecieran dolor torácico,
palpitaciones o extrema dificultad para respirar, es mejor detenerse y, como en
cualquier otro aspecto de salud, consultar al médico.
Tener en cuenta las siguientes recomendaciones
al mantener relaciones sexuales luego de recuperarse de un infarto: * Elija
un momento en el que esté descansado, relajado y libre de cualquier sentimiento
estresante. * Opte por un lugar tranquilo en el cual no puedan ser
interrumpidos. * Espere entre 1 y 3 horas después de comer, para permitir que
se lleve a cabo correctamente la digestión. * Elija permanecer debajo de su
pareja, pues esta posición implica menos esfuerzo. * Piense que no es momento
de probar posturas ni experiencias fuera de lo común * Tome su medicina antes
de tener relaciones si así se le ha prescrito.
Es conveniente que cualquier duda sobre el desarrollo
de su vida sexual a partir de un acontecimiento cardiaco sea consultada con su
médico, quien seguramente le recordara que quien ha sufrido un infarto no está
condenado a vivir el resto de su existencia en la inmovilidad.
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