El arte erótico presente en
la historia de la humanidad: Término
aplicado al arte de contenido sexual, y, especialmente, al arte que celebra la
sexualidad humana. Se deriva de Eros , la palabra griega para el amor físico
por otra persona (en oposición a ágape , el amor espiritual y desinteresado por
un dios). La imaginería del arte erótico puede ser tanto de sexualidad
explícita como implícita, siendo los ejemplos de esta última más comunes en
muchas culturas, debido tanto a los códigos de conducta como a la mojigatería y
la censura. La mayoría de las obras de arte de sexualidad explícita en el mundo
occidental han sido producidas como parte de un deseo general de expresar la
totalidad de la experiencia humana: muy pocos artistas han hecho del erotismo
su única motivación. En muchas otras sociedades y culturas, no obstante, el
sexo ha proporcionado una más que evidente fuente de inspiración.
Dos pinturas de Rubens (1577-1640) |
Todas las antiguas culturas
buscaron humanizar y “sexualizar” el universo proyectando sus emociones y
actividades sobre los poderes espirituales que se pensaba controlaban la
naturaleza. Un tema básico en muchas religiones antiguas fue la promoción
ritual de la fertilidad en la humanidad y el aprovisionamiento de alimentos. La
magia sexual fue también ampliamente utilizada como defensa contra las fuerzas
malignas, y la sexualidad impregnó las creencias y los ritos que marcan los
ciclos de la vida humana. Así, los mitos, los rituales y las artes de antiguas
culturas, y de muchas tradiciones continuadas enraizadas en ellas, expresan una
amplia variedad de temas sexuales. Las imágenes eróticas se encuentran entre
los más primitivos indicios que sobreviven de la cultura humana en el período
Paleolítico entre 30. 000 y 10. 000
a . C..
Dos Pinturas de Caravaggio (1571-1610) |
1500-c. 1700 . El nuevo
humanismo del Renacimiento en Italia durante el siglo XV, con su renovado
interés en el mundo de la antigüedad clásica, llevó a cambios espectaculares en
el progreso de las artes. Las vergonzosas connotaciones asociadas con la desnudez,
comenzaron a desaparecer, y con el incremento del mecenazgo secular ilustrado,
el control de la Iglesia
sobre las artes se debilitó, aunque continuó siendo la mayor fuente de
patronazgo tanto en el norte como en el sur de Europa. Los asuntos religiosos
predominan en el arte de la época, pero los temas eróticos o de tono subido
están presentes frecuentemente. Ciertas historias del Antiguo Testamento eran
ideales para un tratamiento erótico, tales como Susana y los viejos (pintadas
por artistas como Tintoretto, Domenichino y Guido Reni ), José tentado por la
mujer de Putifar ( Tiziano, Guercino, Veronese ) y Lot cometiendo incesto con
sus hijas ( Rafael, francesco Furini )
Dos pinturas de Tiziano (1477-1576) |
La más poderosamente
erótica es la historia de Judith , que sedujo al comandante enemigo Holofernes
y luego le cortó la cabeza mientras se recuperaba de los ejercicios físicos del
coito. Este fue un tema favorito de artistas del norte como Lucas Cranach el
Viejo y Hans Bandung, y en Italia fue pintado por Mantenga, Giorgione y Tiziano
, entre otros. La versión de Tintoretto (c. 1555, Madrid, Prado) expresa el
erotismo subyacente de la muerte violenta, y la pintura de Artemisia
Gentileschi (c. 1613-14), Florencia, Uffizi) es especialmente interesante como
una de una de las más tempranas pinturas eróticas de una mujer artista.
Dos pinturas de Velazquez (1599-1660) |
La figura más obvia para la
representación erótica en el Nuevo Testamento fue María Magdalena. Francesco
Furini la retrató (Dublín, Nacional Gallery) en un desnudo frontal de cuerpo
entero en estado de excitación, agarrando un crucifijo y acariciando un cráneo.
Más frecuentemente, no obstante, se nos muestra de medio cuerpo con las manos
cruzadas sobre sus pechos desnudos y un aire de éxtasis en sus facciones, como
en las versiones de Tintoretto y Guercino. Una pintura de Elisabetha Sirani
(Besançon, Museo de Bellas Artes y Arqueología) nos la presenta apretando una
fusta contra sus pechos desnudos, y la representación de Tiziano (1554;
Florencia, Pitti) nos la muestra mirando arrebatada hacia el cielo mientras se
agarra su sedosa cabellera, dejando la totalidad de sus pechos provocativamente
expuestos.
Dos pinturas de Frederic Leighton (1830-1895) |
Las pinturas eróticas que datan de centurias exponen la belleza y
naturaleza del cuerpo humano en toda su magnificencia, iluminándonos sobre las
formas que fueron aceptadas en otros tiempos como cuerpos bellos y seductores.
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