Fortín
Perdido
Homenaje al nacimiento de
El Triunfo
Verdes
marcas subliminales
en
los medanos se divisaron,
es
el fantasma de un fortín
que
golpea las puertas del pasado.
Quiere
darnos a manos llenas
su
alma y lo que amaron,
mientras
arenas rubias y pastizales
mas
de un siglo lo sepultaron.
Frías
rejas del presente
hasta
el fondo se clavaron,
destruyendo
recuerdos y memorias
que
los fortineros nos legaron.
Fueron
originarios y europeos
la
historia su sangre mezclaba,
a
fuerza de baleadora y tacuara
de
fusil, facon y puñalada.
Sinuosos
medanos de Huyitó
así
los originarios los bautizaron,
tierra
virgen, cortadera y pasto puna
hasta
que los fortineros llegaron.
Con
unos cien espíritus valientes
la
llama quedo encendida,
luego
muere el fortín sin testigos
para
que El Triunfo naciera.
El
antiguo fortín invisible
que
todo el pueblo buscaba,
estaba
cerquita escondido
entre
rosetas y maizales se ocultaba.
Manos
sin pereza ni codicia
con
la suave tierra se mezclaron,
y
con cada trozo encontrado
los
fortineros su historia relataron.
Quizás
la adusta muerte rondaba
en
la punta de lanza encontrada,
y
botellones de ginebra encontrados
nos
contaron de milongas y payadas.
Verdes
marcas subliminales
en
los medanos se divisaron,
es
el Fortín El Triunfo
que
golpea las puertas del pasado.
Autor: Miguel Ángel Figueiras Gimenez (2002)
“Poeta Embajador de Paz”
de su libro Canciones de Amor y Vivencias.
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