La corrupción no armoniza con la razón
sin embargo somos presa fácil
de tal fascinación,
en el facilismo, consumismo
y ausencia de valores
la corrupción se vuelve militancia.
Una vez corruptos buscamos las sombras
para vivir en la indignidad,
si la honestidad paga tan bien
porque optar por el mal.
La corrupción es irracional
nadie nace poseso del mal,
pero al ser conscientes y avarientos
hacemos el camino más corto
y mentimos por dinero,
nos revolcamos en el chiquero
ofendiendo al honrado cerdo.
Diógenes busco en Atenas y Corinto
a un ser libre de corrupción
lo angustio tal decepción
si la ley natural de pinocho fuera real
el corrupto no se podría ocultar.
Gobernantes corruptos juran lealtad
para esclavizar y sembrar la hambruna,
venden a su pueblo al mejor postor
respaldados por ejércitos corruptos sin honor.
Corruptos jefes policiales,
que permiten que la droga infecte a los niños,
que los barrios, ciudades y naciones
sean presa de sicarios policías
que por un dólar venden a su madre.
Sé que los humanos no somos del todo racionales
que somos variados en impulsos y tendencias,
pero asesinar, violar, encubrir y sin pena
sonreír
superamos a las bestias más deleznables.
Finalmente amanece y abrazan a esposas e hijos,
habitando en barrios privados
y conduciendo autos de alta gama,
a costa de su corrupta acción
que deja en las calles a adolescentes drogados
convertidos en carne de cañon,
¿Es más poderosa que la ética la maldita
corrupción?
Con almas y sangre de inocentes
pagan su costosa y elegante vida
sembrado indigencia y horror,
¡se bañarán en agua bendita,
a su esposa e hijos jamás les hablan de amor!
Autor: Miguel Ángel
Figueiras Giménez
“Poeta Embajador de
Paz”
Buenos Aires,
Argentina-2014-
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