Es una conmemoración elegida por las
asociaciones ecologistas del mundo para defender las energías renovables y la
gratuidad y universalidad del Astro Rey. La fecha coincide con el solsticio de
verano, en Europa e invierno por estas latitudes.
La Fiesta Nacional del Sol o Fiesta
del Sol es la celebración, evento o festival en honor al Sol más importante
de Argentina,
que se lleva a cabo anualmente en la Ciudad de San Juan y otros sitios de
la Provincia de San Juan, durante la última
semana del mes de febrero, a lo largo de cinco días. Desde el ultimo martes de
febrero al ultimo sábado de febrero.
Dando a través de ella una muestra itineraria de las
actividades económicas, costumbres, cultura, personajes y hechos históricos de
dicha provincia y país.
La primera Fiesta del Sol se llevó a cabo en el año 1972, recibió
denominaciones como Ferisol, en 1978 o Exposol,
en 1992.
En el año 1993,
al categorizarla como "nacional", se comenzó a denominar como Fiesta
Nacional del Sol.
En todo el planeta, se celebra el Día del Sol, una jornada en la que el
astro “Rey” se convierte en el centro de
atención mundial para conmemorar el singular fenómeno natural, que implica el
cambio de estación, y que se produce como consecuencia del solsticio de verano en
el Norte e invierno en el Sur. La oscuridad deja paso a días más largos y
luminosos hasta la llegada, de nuevo, del frío.
El ambiente festivo de esta jornada, en la que se
celebran actividades en muchas regiones del planeta, no sólo ha de servir para
disfrutar de un día especial, sino que ha de aprovecharse esta singular fecha
que es el 21 de junio, para intentar conocer mejor
el inmenso poder del Sol y su más que necesaria energía lumínica y de calor de la que
dependemos, para que exista vida en la Tierra.
Hace pocos días al parecer el SOL nos ha saludado: el Solar Dynamics Observatory de la NASA detectó una llamarada del tipo M-2 (de intensidad media), o lo que es lo mismo, un inmenso fogonazo de inmensas proporciones producido en la corteza solar. Se trató de una eyección de masa coronal (CME) enorme y cercana a un tamaño superior a diez veces el de nuestro planeta.
Hace pocos días al parecer el SOL nos ha saludado: el Solar Dynamics Observatory de la NASA detectó una llamarada del tipo M-2 (de intensidad media), o lo que es lo mismo, un inmenso fogonazo de inmensas proporciones producido en la corteza solar. Se trató de una eyección de masa coronal (CME) enorme y cercana a un tamaño superior a diez veces el de nuestro planeta.
Los científicos de la Agencia Espacial estadounidense, se quedaron asombrados al observar que la
masa de lava y fuego no fue eyectada al espacio, sino que esta, al contrario de
lo que se esperaba, volvió a caer sobre la superficie del Sol en una forma impresionante de
lluvia de fuego que dejó tras de sí, un escenario terrorífico a la par que
hermoso.
Este fenómeno no suele ser habitual en nuestro
astro. El físico solar de la NASA, Jack Ireland, aseguró que “nunca había visto algo parecido”, además la
magnitud de la explosión hizo que llegaran a la Tierra, restos de esa masa expulsada al espacio en forma miles
de millones de toneladas de partículas cargadas. Aunque por suerte, no ha
causado demasiados daños en satélites y sistemas de comunicaciones.
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