Aunque diversas condiciones puede causar un esófago irritado, los síntomas de dolor, dificultad para tragar y náuseas son los mismos y pueden ser preocupantes. Aunque la mayoría de los casos de inflamación del esófago se curan con el tiempo, puedes ayudar al proceso mediante el cambio de los tipos de alimentos que comes.
Identificación
La esofagitis es una irritación que daña los tejidos que recubren el esófago, el tubo a través del cual el alimento viaja desde la boca hasta el estómago. Las causas incluyen reflujo ácido severo, vómitos, infecciones, consumo de sustancias cáusticas, alergias y algunos medicamentos orales.
Alimentos blandos
Los médicos y hospitales a menudo usan una dieta blanda tanto para la inflamación aguda del esófago como para la cirugía esofágica subsecuente. La dieta está diseñada para hacer más cómodo el comer y evitar que los alimentos se peguen en el esófago. En esta dieta, evita los alimentos que son difíciles de masticar, tragar y digerir. La mayoría de las bebidas están permitidas, aunque las bebidas gaseosas no son recomendables, y las bebidas muy calientes o muy frías pueden causar problemas. En unos pocos casos, las bebidas con cafeína, cítricos y menta también puede causar irritación.
Lácteos
La mayoría de los productos lácteos son buenos para la esofagitis, incluyendo la leche, la leche malteada o el batido. Si comes queso, selecciona variedades suaves como el parmesano rallado, requesón, queso cottage o salsas de queso. El yogur es beneficioso, siempre y cuando no contenga fruta fresca o semillas. Si puedes tolerar los alimentos fríos, el helado bajo en grasa también puede ser una buena opción.
Frutas y hortalizas
Aunque tendrás que evitar las frutas y vegetales crudos, se pueden comer frutas en conserva y congeladas como melocotones, arándanos y puré de manzana y también jugos de frutas. Ciertas frutas blandas también son buenas decisiones, incluyendo plátanos, melones y aguacates. Las patatas están bien siempre y cuando se evite la piel. Puedes cocinar o suavizar verduras, como zanahorias, habas, guisantes y calabaza, en sopas y guisos. Evita las verduras cocidas que son fibrosas, duras o que contengan semillas, como brócoli, tomate, okra y apio.
Proteína
Usa la carne tierna de res, cerdo y aves de corral, preferentemente suavizada con salsa de carne, o cualquier pescado escamoso y suave sin huesos. Es posible que necesites hacer puré la carne si encuentras que incluso la carne es demasiado difícil de tragar. La mayoría de las carnes frías son aceptables, como los suaves huevos revueltos y sustitutos de huevo. Los caldos son también una buena opción, pero evita las carnes fibrosas y secas como la carne guisada, carne asada, carne con cartílago o grano de pimienta, salchicha o tocino.
Almidones
Buenas opciones de alimentos con almidón incluyen galletas suavizadas en sopas, cereales cocidos sin nueces o frutas, fideos, papas y pastas. Evita todo pan fresco, especialmente las costras, rollos, muffins, galletas, arroz y palomitas de maíz. Aunque el pan suena como una selección de comida suave, puede quedar atrapado en el interior de un esófago inflamado.
Suplementos
Un estudio publicado en octubre de 2009 en el "World Journal of Gastroenterology" indica que la flor de madreselva, conocida científicamente como Flos lonicerae, ayuda a calmar la esofagitis por reflujo. Un informe publicado en la misma revista en septiembre de 2010 señala que la curcumina, un compuesto que se encuentra en la especia cúrcuma, puede contrarrestar el efecto de los ácidos biliares en las células del epitelio del esófago. En un estudio publicado en marzo de 2011 en la revista "Biología Farmacéutica" se demostró que el malvavisco -la hierba y no el producto azucarado- ayuda a aliviar la inflamación gastrointestinal.
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