Uno de los “logros” del consumismo
ha sido la creación de un sector que mueve miles de millones de dólares al año
y que, además de atraer al consumidor sin que muchas veces este sepa las
consecuencias que tienen sus acciones, está teniendo efectos devastadores sobre
el medio ambiente y sobre una parte muy importante de las sociedades de los
países productivos. Nos referimos al sector de la moda y, muy especialmente, a
la denominada fast fashion. Sin embargo, en contraposición a este paradigma
insostenible y carente de ética, también ha resurgido un modelo tradicional
pero actualizado, la denominada show fashion o moda sostenible.
Lo primero que tenemos
que tener claro es qué es la denominada como fast fashion o “moda rápida”. La fast fashion es lo que
conocemos como moda comercial, en el sentido de que es la que busca vender
un gran volumen. Es un paradigma de producción de prendas de vestir basadas en
la aplicación del concepto del “usar y tirar” al mundo de la moda.
Surge de la mano de grandes firmas internacionales de la moda, especialmente
aquellas que tienen presencia en todas las grandes ciudades del planeta.
Las
ventajas que tiene este sistema para las marcas parten del hecho de que, al
vender sus productos a precios muy bajos, aumentan de forma considerable sus
ventas y, con ellas, sus beneficios. De hecho, la fast fashion es la que
permite que tengamos nuevas colecciones de ropa diferente cada mes, o incluso
casa semana, en la misma tienda.
Sin embargo, para poder llevar a cabo este modelo,
es necesario también una explotación de los recursos (humanos y ambientales)
insostenible. ¿Te has preguntado alguna vez cómo una camiseta puede costar solo
5 euros o menos? ¿Cuánto cuesta el diseño, la materia prima con la que se
fabrica, la maquinaria que se usa en su fabricación, la mano de obra que
realiza el trabajo, el transporte hasta los puntos de venta, el sueldo del
vendedor que te atiende en la tienda…?
Por no hablar de los beneficios que,
como empresa, la compañía tiene que tener. ¿De verdad crees que todo eso solo
cuesta 5 euros? La respuesta, obviamente, es que no. La manera en la que la
fast fashion consigue ofrecer estos precios se basa,
simplemente, enexplotar los recursos naturales y a las personas implicadas
en la producción de manera insostenible.
Actualmente, cada vez son más las firmas de moda sostenible que
se pueden encontrar en muchas ciudades y países de Europa. De hecho, escoger
estas firmas es una de las mejores formas que, como consumidores, tenemos para
reducir nuestro impacto en el medio ambiente, o reducir nuestra huella, y en las sociedades
desfavorecidas. Es importante que, antes de comprar una u otra marca, nos
informemos de sus productos. Al igual que sucede con los alimentos, es
importante mirar la etiqueta, que va a ser una de las mejores formas de obtener
información de lo que tenemos en nuestras manos.
Además, hoy en día todas las firmas de moda tienen
sus correspondientes páginas web en Internet. Merece la pena echar un vistazo a
la oferta disponible, donde vamos a poder encontrar desde ropa básica a moda
más moderna o clásica, accesorios, calzado, e, incluso, ropa de deporte. Es
importante que, mejor pronto que tarde, vayamos asumiendo que, del mismo modo
que somos lo que comemos, también somos lo que vestimos.
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