Sobre la ruta 259, en las
afueras de Trevelin y a 43 kilómetros de Esquel,
en la Cordillera de la provincia de Chubut, los
campos de cultivo de tulipanes regalan por estos días un paisaje asombroso
y colorido, que parece salido de un cuadro. Sembrados en mayo, los
tulipanes florecen en octubre y ofrecen mágicas postales de la Cordillera
patagónica. Más tarde -en enero- se cosecharán los bulbos para distribuir
en el mercado argentino.
“En nuestra chacra tenemos 27 variedades de tulipanes que le
dan un marco colorido al paisaje de la Patagonia, rojos, amarillos, blancos, violetas, de doble flor, entre
tantas otras, pero el tulipán de flor negra es una de las características
distintivas de nuestra producción”, explica Juan Carlos Ledesma, dueño de
la chacra que se dedica a esta actividad desde 1997. Las condiciones climáticas
y el suelo ayudan. Ledesma agrega que las semillas que utilizan son de
Holanda, el mayor productor y exportador mundial de flores.
El campo de tulipanes se puede visitar durante todo el mes de
octubre, de 8 a
18, en visitas guiadas por especialistas en la materia. El ingreso cuesta $ 80
por persona, aunque hay precios especiales: $ 50 por persona en caso de
familias de 4 integrantes, y sin costo para los menores de 12 años.
Esquel y Trevelin (que significa "pueblo del
molino" en galés) son la puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces, que en casi 260.000 hectáreas
resguarda un paisaje de gran biodiversidad y belleza, con sitios como el
alerzal milenario, los lagos Rivadavia, verde, Futalaufquen, Krugger, Menéndez
y Stange, entre otros, además de cascadas, ríos, bosques y un observatorio de
huemules, animal típico de la Patagonia que está en peligro de extinción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario