En total, entre causas en fiscalías de adultos y de menores, se cometen 100 delitos por hora, y 30 de ellos son robos.
Los robos y hurtos son el delito que más preocupa a los habitantes de Buenos Aires y, en medio de un año electoral atravesado por la seguridad como uno de los ejes de campaña, no paran de crecer. Si se lo compara con el 2016, aumentaron un 19%.
En 2018 se iniciaron 261.810 causas por robo, intento de robo, robo agravado, hurto y hurto agravado. De alguna manera, a 30 personas por hora las asaltaron: un 14% más que en 2017.
Los robos de autos estacionados en la calle también son un problema en ascenso: hubo 36.662 casos el año pasado, un 4,31% más que en 2017. El crecimiento de los delitos en la Provincia de Buenos Aires se refleja en las investigaciones iniciadas. Hubo 877.014 causas nuevas, pero la mitad están impunes: no tienen imputados ni autores identificados.
De ese total, sólo el 3% fueron cometidos por adolescentes de entre 16 y 18 años, una incidencia menor si se analiza el total de los casos. El porcentaje se replica en los robos y hurtos. El fuero penal juvenil inició 8.025 causas por robos, lo que representaría el 2,76% del total de hechos cometidos en la Provincia.
Rodrigo Torres (18) había ido a bailar con dos amigos a una fiesta de egresados en Guernica, partido de Presidente Perón. Caminó hasta su casa, le faltaban cinco cuadras para llegar. Se detuvo frente a la plaza del barrio para comprar facturas y desayunar. Eran las seis de la mañana del 14 de octubre de 2018 cuando, entre cinco, le pegaron hasta la muerte. Todo para sacarle las zapatillas y el celular.
Mientras mataban al adolescente, en Quilmes, a unos 30 kilómetros, Alicia Susana Marchisotti (64) era asesinada a golpes en su casa de Alvear al 100. Estaba sola y la maniataron. Su hija, de 42 años, se asustó porque no contestaba el teléfono y fue a ver qué pasaba: la encontró muerta y con el rostro desfigurado. La puerta entreabierta, las llaves puestas, la casa revuelta. Le robaron 30 mil pesos.
Con historias diferentes, Rodrigo y Alicia compartieron una fría estadística: en 2018 hubo 876 crímenes en territorio bonaerense, diez menos que el año anterior. Los homicidios en ocasión de robo fueron 36, once más que en 2017. Los criminis causae (cuando se mata para ocultar otro delito, muchas veces un robo) bajaron de 80 a 65.
La tasa de homicidios fue de 5,1 cada cien mil habitantes. La tasa sobre delitos contra la propiedad (robos, hurtos, estafas, causas por daño o secuestros), de 1,844 cada 100 mil habitantes bonaerenses.
Los departamentos judiciales que más crecimiento de homicidios tuvieron son los de Junín (50%), Mar del Plata (42%), Mercedes (41%), La Plata (29%) y Moreno (19%).
Las investigaciones por estafa, más vinculadas a robos bajo la modalidad del "cuento del tío", secuestros virtuales o engaños con el "Esquema Ponzi", aumentaron un 64% en dos años: en 2016 se investigaron 7.862 hechos y el año pasado hubo 12.971.
Esa tendencia parece no detenerse. A principios de abril, una mujer de 80 años entregó 600 mil dólares a un hombre que decía ser su sobrino y le aconsejó cambiar los billetes. En esa jurisdicción ya habían tenido 40 denuncias en cuatro meses.
"En los últimos años se agilizó el sistema de denuncias. Eso provoca alteraciones en las estadísticas comparadas. No se pretende ocultar la realidad sino atacarla", argumentaron desde el Ministerio de Seguridad bonaerense sobre el informe del Ministerio Público Fiscal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario