El
sector vitivinícola se puso en alerta ante la prohibición de vender bebidas con
alcohol dispuesta en 42 municipios de nueve provincias del país, en el marco de
la medida de aislamiento social obligatorio dispuesto para morigerar el avance
del coronavirus.
Los
intendentes que tomaron esta medida la justifican diciendo que la
comercialización del vino se emparenta con fiestas, reuniones, cumpleaños y
celebraciones varias; y eso es lo que quieren desalentar para que se cumpla la
medida de aislamiento.
Los productores, que reconocen que la actividad ya venía experimentando una crisis, afirman que con esta medida se agravará la situación económica que vienen atravesando. En el sector interpretan que pese a que la actividad está comprendida en la lista de exceptuadas con esta prohibición es como si no estuvieran trabajando. Por eso en las últimas horas vienen trabajando en una iniciativa: presentar un pedido para que se considere al vino como un alimento.
La
titular de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz, defiende que el vino sea un
alimento al indicar que en cuarentena puede aumentar el consumo de alcohol,
pero en el caso de los vinos está más ligado a un consumo medido y en
combinación con las comidas. Además destaca el valor agregado de esta actividad
de mano de obra intensiva, clave para el desarrollo de las economías regionales.
Con
estos postulados y la proyección sobre el perjuicio económico que podría causar
la prohibición de vino, se viene trabajando en un pedido ante las autoridades
para que se incluya a la vitivinicultura en los planes de sostenimiento. Es que
además del impacto de las bajas ventas la industria también recibirá un duro
golpe con respecto a la asistencia económica del estado y las líneas de crédito
que no recibiría por estar comprendida entre las actividades exceptuadas.
"Estuve
en contacto con el presidente de la Cámara de Vinotecas, ellos también están
muy preocupados. Muchas bodegas, sobre todo las que no tienen venta en
supermercados, están sufriendo los efectos del cierre del turismo y de las
vinotecas", explicó Ortíz.
En
tanto, la Corporación Vitivinícola de Argentina (Coviar) -en un comunicado-
señaló que "los municipios que han establecido prohibiciones se encuentran
en Catamarca, Córdoba, Chaco, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, Salta y
Santiago del Estero". Alertaron que en esas comunas "se está
prohibiendo el ingreso, la circulación y la venta de productos vitivinícolas,
no cumpliendo con lo establecido por el Decreto Presidencial 297/2020" y
reclamaron que "no se interfiera con la comercialización de
productos".
El
presidente de Coviar, José Alberto Zuccardi, dijo que a causa de esta
situación, "hemos hecho un pedido a las autoridades nacionales ya que
creemos que están desconociendo aspectos fundamentales de lo que es el vino
para la cultura y la alimentación de los argentinos".
"Este reclamo lo hacemos no sólo desde el interés del industria vitivinícola, sino desde el interés de la salud de los argentinos, ya que el vino es parte de nuestra cultura, de nuestra alimentación y de una dieta balanceada, por lo que esperemos que esta situación de algunos municipios, sobre todo del norte del país, se puedan corregir porque están legislando por encima de las autoridades nacionales y de la legislación argentina en su conjunto", remarcó Zuccardi.
"Este reclamo lo hacemos no sólo desde el interés del industria vitivinícola, sino desde el interés de la salud de los argentinos, ya que el vino es parte de nuestra cultura, de nuestra alimentación y de una dieta balanceada, por lo que esperemos que esta situación de algunos municipios, sobre todo del norte del país, se puedan corregir porque están legislando por encima de las autoridades nacionales y de la legislación argentina en su conjunto", remarcó Zuccardi.
"El
hecho de que bares y restaurantes estén cerrados hace que perdamos una parte
importante de la distribución de la industria, pero es inevitable que así sea,
la salud está primero. Lógicamente, toda la industria de ve afectada y por eso
elevamos una serie de pedidos apuntados a lo que la vitivinicultura necesita
para paliar en parte estas pérdidas", agregó Zuccardi.
Por
su parte, Francisco do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina, dijo que
"nosotros como cámara le hemos enviado una nota al ministro de Desarrollo
Productivo, Matías Kulfas, por este tema para que hable el gobierno nacional
con las provincias para levantar estas restricciones".
"Es
un tema que afecta a la industria en su totalidad, y esperamos que estos
municipios que han puesto estas restricciones las levanten a la mayor brevedad
posible, especialmente en aquellas provincias vitivinícolas como Salta, Neuquén,
La Rioja, Catamarca, incluso Córdoba", finalizó Do Pico.
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