Argentina,
por primera vez, le proveerá a Europa tecnología espacial; más precisamente:
sensores solares gruesos (SSG). Esto representa un logro más en lo que se
refiere a la exportación de bienes de alta tecnología; principalmente lo
relacionado al rubro de la tecnología espacial.
Los sistemas de control de posición angular de los satélites artificiales
utilizan habitualmente sensores de radiación solar para determinar en forma
aproximada su posición con respecto al sol. Estos, son una parte fundamental
del sistema de orientación del satélite.
El equipamiento del que estamos hablando fue diseñado y
construido por el Departamento de Energía Solar de la Comisión Nacional de
Energía Atómica (CNEA) e INVAP, y probado ambientalmente por el Centro de
Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA). Los sensores le darán información a la
computadora que se encuentra en el satélite para permitir orientar el mismo
hacia el sol en los modos más seguros. Es importante recalcar que la CNEA diseña,
fabrica, ensaya y califica sensores fotovoltaicos de radiación solar según
solicitudes de misiones satelitales de baja altura (LEO).
Este hito es muy importante ya que asienta y confirma uno de
los principales puntos del Plan Espacial Nacional, a saber: la generación de
desarrollos tecnológicos para el uso espacial. Es muy importante –según lo que
intenta llevar a cabo este plan- impulsar el desarrollo tecnológico nacional,
pero no solo para la utilización en equipos nacionales, sino también tener una
proyección de exportación tecnológica hacia afuera con aporte de
alto valor agregado en las cadenas productivas de valor.
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