El 8 de noviembre de 1895 el físico alemán Wilhelm Conrad Roentgen
descubrió los rayos X mientras realizaba experimentos con tubos de vacío y un
generador eléctrico. Con el hallazgo de este haz de luz capaz de atravesar la
materia, nació el diagnóstico médico por imágenes que mejoró considerablemente
el ejercicio de la medicina.
Roentgen realizó su primera demostración de los rayos X el 23 de
enero de 1896 ante la Sociedad Médica Física de Wurzburg. Posteriormente en
1901 recibió el Primer Premio Nobel en física, también condecoraciones de la
Sociedad Real en Londres, del Instituto Franklin en Filadelfia y de la Academia
Americana de Ciencias en la Universidad de Columbia. Continuó trabajando en pos
de la ciencia y fue director del Instituto de Física en la Universidad de
Munich. El 10 de febrero de 1923 muere en Munich.
¿Cómo llegó esta noticia a
nuestro país?
En marzo de 1896 la prensa colombiana escribe notas emocionadas
acerca del nuevo descubrimiento de los rayos X. Conozca las fascinantes
noticias:
La Época. 6 de marzo 1896
Este diario dio la primicia a través de una carta de don Ángel
Cuervo.
Curiosidades de la vida americana en París:
"En la academia de ciencias oí un descubrimiento pasmoso
hecho en Alemania, vi reproducida en un negativo una mano abierta de tamaño
natural y al acercarme y verla a contra luz observé que se descubrían los
huesos. La luz X tiene tan misteriosa potencia que penetra la fotografía hasta
los huesos.
Con esta luz se transparenta el cuerpo de modo que el desarreglo
de los órganos aparece a la vista del médico o cirujano para que sepan lo que
tienen entre manos y no recorten o corten a ciegas, como en ocasiones acontece.
Qué sabemos si llegará el día en que se grabe lo inmaterial, de suerte que
obtengamos el retrato de nuestro ángel custodio, y repitiendo las copias veamos
la impresión que causan en él nuestras acciones".
Correo Nacional 21 de abril 1896
Fotografía de lo invisible (un
gran invento con motivo de una reciente noticia telegráfica)
Este artículo relata el descubrimiento realizado por el doctor
Roentgen. Para poder observar una luz muy débil el sabio cerró cuidadosamente
el laboratorio y cubrió con un grueso cartón negro hasta el tubo de que se
estaba sirviendo, a fin de que la luz que de él salía no fuera obstáculo de sus
observaciones. Se encontraba al lado una loseta manchada con solución de
cianuro de platino como la que es costumbre usar en los experimentos de
fluorescencia.
Esa sustancia tiene la propiedad de reflejar rayos blancos apenas
la hieren rayos comunes de luz y muy especialmente si son violetas o rayos
producidos por electricidad negativa. Ahora bien, la loseta de que hemos
hablado resplandecía vivamente apenas pasaba la electricidad por el tubo, a
pesar de que este, como ya hemos hecho notar, se encontraba cubierto con una
envoltura enteramente impenetrable por la luz y que no se podía ver
absolutamente. Hubo pues que suponer que del tubo salían rayos luminosos que
atravesaban fácilmente la funda, esos rayos no impresionaban en lo más mínimo a
la retina y por eso no podían suscitar ninguna sensación luminosa, mas no por
eso dejaban de producir una viva fluoresceína en la loseta. Roentgen se
convenció de que esos rayos no salían de todo el tubo, sino solamente de un
punto de él en donde la pared de vidrio es herida por los rayos producidos por
la lámina de metal añadida al hilo eléctrico negativo. Colocando luego entre
aquel punto del foco un cuerpo cualquiera como un libro de mil páginas, un leño
o una plancha de metal, aparecía sobre la loseta visible, mas no completamente
oscura, la sombra de aquellos cuerpos.
Cómo se ve lo invisible
(apartes)
"Verdaderamente que este siglo tiene una cosa muy curiosa.
Próximo a morir, viejo y decrépito y llevando a cuestas nada menos que noventa
y seis de los cien años de vida a que tiene derecho, todavía nos deja
boquiabiertos con sus extraordinarios fenómenos. Pero esto no es todo. Han
resultado últimamente con un nuevo y extravagante capricho: hacernos ver lo que
no se ve, y lo han conseguido.La casualidad y nada más fue, como siempre, la
que dio origen a tan bello descubrimiento, pero por qué no se les había
ocurrido a tantos otros. Es que en alguna cosa se han de distinguir los genios
del común de los hombres”.
Correo Nacional 6 de mayo 1896
Efectos fisiológicos de la luz
de Roentgen”
“En los experimentos que el electricista Tesla ha hecho con la
luz, Roentgen notó que exponiendo su cabeza a una exposición intensa sentía
gran propensión al sueño, pareciéndole que el tiempo transcurría con rapidez
extraordinaria. Sería posible el hacer penetrar en el cuerpo humano con ayuda
de esos rayos cualquier sustancia química convenientemente preparada”.
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