Federico García Lorca acababa de
cumplir 38 años hacía apenas un mes. Había
terminado 'La casa de
Bernarda Alba', su "drama de la sexualidad andaluza",
llevaba muy adelantada una comedia sobre temas políticos y estaba trabajando en
una obra nueva titulada 'Los sueños de mi prima Aurelia', elegía de su niñez en
la Huerta de San Vicente (Granada). Allí se encontraba cuando el 17 de julio estalló en
Marruecos la sublevación militar contra la República.
Las críticas hacia Lorca se habían recrudecido en el contexto de tensión
previo a la Guerra Civil. Aunque detestaba la política partidista y resistió la
presión de sus amigos para hacerse miembro del Partido Comunista, sufrió con
vehemencia las arremetidas de los conservadores por
su amistad con personalidades abiertamente socialistas como la actriz Margarita
Xirgu o el ministro Fernando de los Ríos. La popularidad de
Lorca y sus numerosas declaraciones contra las injusticias
sociales le convirtieron en un personaje incómodo para la derecha.
Fragmento de una poesia de F.G. Lorca-
LA
SANGRE DERRAMADA
¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
La luna de par en par,
caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras
¡Que no quiero verla!
Las críticas hacia Lorca se habían recrudecido en
el contexto de tensión previo a la Guerra Civil. Aunque detestaba la política
partidista y resistió la presión de sus amigos para hacerse miembro del Partido
Comunista, sufrió con vehemencia las
arremetidas de los conservadores por su amistad con personalidades abiertamente
socialistas como la actriz Margarita Xirgu o el ministro Fernando de los Ríos. La
popularidad de Lorca y sus numerosas declaraciones contra las
injusticias sociales le convirtieron en un personaje incómodo para la derecha.
Mientas el mundo entero admiraba a Federico como
'el Homero español', medios nacionales habían lanzado el rumor de que mantenía relaciones
homosexuales con los componentes del teatro estudiantil. "También el Estado da dinero para 'La Barraca' donde
Lorca y sus huestes emulan las cualidades que distinguen a Cipiriano Rivas
Cherif, su 'protector'. ¡Qué vergüenza y qué asco!", bramaba la revista
satírica El Duende, a la que se sumaba la falangista F.E., que acusaba también
a los 'barracos' de llevar una vida inmoral, de corromper a los campesinos y de practicar
"el marxismo judío".
Intuyendo que el país estaba al borde de la guerra, Lorca
decidió volver de Madrid para reunirse con su familia. El 14 de julio llegó a la vega de Granada, y días más tarde
celebró con ellos la festividad de San Federico. La situación política en
España, donde la violencia había tomado las calles y la posibilidad de un golpe
miliar estaba en boca de todos, se había vuelto insostenible. Consciente del
riesgo que sufría, Federico sopesó varias opciones como intentar
llegar a la zona republicana o instalarse en casa del compositor Manuel de Falla, cuyo renombre internacional podría ofrecerle protección.
Finalmente decidió alojarse en
casa de los padres de su amigo Luis Rosales, un poeta de corte falangista, pero sus esfuerzos no
hicieron más que alargar la persecución. Durante la tarde del 16 de agosto, fue
detenido por Ramón
Ruiz Alonso, un ex diputado de la CEDA que sentía un profundo odio por su mentor,
Fernando de los Ríos, y por el poeta mismo. Según el biógrafo de Lorca, el hispanista Ian Gibson, se sabe que esta detención “fue una operación de
envergadura": se rodeó de guardias y policías la manzana donde estaba ubicada
la casa de los Rosales, y hasta se apostaron hombres armados en los tejados
colindantes para impedir que por aquella vía tan inverosímil pudiera escaparse
la víctima.
Dos días después, le dieron el 'paseo' y lo que pasó con exactitud a
partir de ese momento se desconoce. El régimen franquista nunca reconoció su
implicación en el crimen, que se convertiría en una de
sus grandes incomodidades internacionales, si bien un informe de 1965 procedente de
la Jefatura Superior de Policía de Granada revela que Federico García Lorca fue
asesinado junto a otra persona y define al poeta como "socialista y
masón", a la vez que le atribuye "prácticas de homosexualismo".
El informe policial afirma que el poeta "fue
sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada)
y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, junto a otro
detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las
armas después de haber confesado". Además, revela que fue "enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un
barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, en un
lugar que se hace muy difícil de localizar".
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