En la
Argentina se desechan más de 130.000 toneladas de neumáticos por año, según datos del Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI). Ante este panorama, Federico Giacomelli
fundó en 2020, en la ciudad de Córdoba, Ecovalor, la primera y única planta de
reciclaje de neumáticos en desuso de la provincia mediterránea y la cuarta en
el país; las otras tres empresas son Regomax en Buenos
Aires, Eco Cuyum en Mendoza y Kumen-Co en Santa Fe.
Esta pequeña empresa recibe neumáticos fuera de uso (NFU), los
tritura y vende el scrap a fabricantes que
emplean el granulado de caucho como materia prima en la fabricación de canchas
de fútbol sintético, pistas de atletismo y baldosas de caucho para plazas,
entre otras cosas, lo que evita que sea enterrado. “Para la plaza blanda del
Parque Bustos reciclamos aproximadamente 4.000 NFU recolectados en la provincia
y reciclados en Córdoba capital. Es la superficie antigolpes más extensa de la
ciudad y un exponente del interior del país", destaca.
Scrap es
un vocablo inglés que se traduce como chatarra o residuo. En el contexto
industrial, la palabra refiere a todos los desechos y/o residuos derivados del
proceso productivo que pueden resultar una interesante oportunidad para el
mercado, tal como lo avizoró Giacomelli en el caso del caucho, que puede
constituir un insumo para otras industrias.
“Somos un grupo de personas con el firme objetivo de acompañar a
nuestra sociedad y autoridades a trabajar juntos en el cuidado del ambiente”,
explica Giacomelli, que viene de una empresa familiar dedicada a la fabricación
de bujes y de piezas de goma. “Allí me surgió la pregunta sobre qué hacemos con
nuestros residuos, quería ver cómo recuperarlos”, relata sobre el surgimiento
de la empresa.
Ecovalor plantean que “solo en la
provincia de Córdoba se generan 18.000 toneladas anuales de NFU. La gran
mayoría son desechados en basurales a cielo abierto favoreciendo 4.000 veces la
cría de mosquito del dengue, zika o chikungunya, o enterrados contaminando
napas o, lo que es peor, quemados. Al quemar 200 neumáticos se incrementa 200 %
el nivel de mercurio en el aire, 500 % el zinc en forma de ceniza, se liberan
dioxinas y furanos, dos de los químicos más tóxicos conocidos por la ciencia
como principales causantes del cáncer”.
En el país
hay un proyecto de ley, que tiene media sanción,
para regular el manejo de este residuo muy contaminante.
“El caucho se degrada en 600 años. Y a diferencia del plástico,
no se puede fundir y volver a utilizar como materia prima para el mismo
producto. En Ecovalor, los neumáticos usados y sin valor se convierten, con
diferentes medidas, en un granulado de caucho con múltiples usos. No fabricamos
el producto, entregamos la materia prima para realizarlo”, explica Giacomelli.
Ecovalor promueve la aplicación de la política de las 4 R:
reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. Esto implica apostar por el cambio
de una “economía lineal dañina” (producir, usar, tirar, contaminar) hacia un
“modelo circular virtuoso” (producir, usar, reciclar, producir).
En la planta de Ecovalor se seleccionan los NFU y se acopian
ordenadamente. Una vez ingresado el material al proceso de triturado, se
granula y se separa el alambre de acero y el mallado de nailon, que también se
puede reutilizar. Este mecanismo se desarrolla sin ningún líquido, sin
contaminantes, en seco.
Se obtienen tres productos resultantes: caucho en diferentes
granulometrías, alambre y nailon. “El alambre se lo lleva una chatarrería; en
el caso del nylon, estamos viendo qué se puede hacer”, dice el emprendedor.
Ecovalor recicla 400 cubiertas diarias de vehículos, camionetas
y camiones. “Hoy se procesan unos 400 kilos por hora, para llegar a unos 2.000
kilos diarios de producto final. Hay una merma aproximada del 30 % porque los
NFU tienen mucho nailon y alambre. Es decir que no se logra triturar el 100 %.
Lo importante es que son 400 neumáticos que no se entierran, sino que se
procesan”, enfatiza Giacomelli.
Proyección de crecimiento
Ecovalor proyecta ampliarse a nuevos
mercados, productos y servicios relacionados con la gestión ambiental. Hoy es
una empresa que se autosostiene, pero “para ser completamente rentables,
tenemos que hacer un clic en la parte productiva y elevar el procesamiento a
unos 1.000 kilos de NFU por hora”, proyecta Giacomelli, aunque afirma que “los
costos están aumentando mes a mes y la capacidad sigue siendo la misma, o
desconocemos beneficios para este tipo de industria verde”.
Para subir el techo necesita invertir
en máquinas. Es tecnología sencilla pero cara, dice. “Trabajamos con una
máquina trituradora de neumáticos que es como una ‘pasta linda’ pero con rolos
que no son lisos, sino que tienen líneas y ganchos para desgarrar, además de
taloneras para sacar el alambre”, grafica.
Una máquina china con capacidad para
triplicar su producción cuesta cerca de 40 millones de pesos. Pero podría
retirar del circuito de los residuos sólidos urbanos más de 1.500 neumáticos
usados por día.
“Hay mercado para muchas Ecovalor. Y
para crecer muchísimo más. El granulado tiene múltiples usos y se están
investigando muchos más, y todavía hay muchos NFU que van a los
enterramientos”, concluye.
Esta
nota forma parte de la plataforma Soluciones,
una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.
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