¡GRACIAS!
Hermano Fermín por recibirme en la
Abadía del Niño Dios, de Victoria, Entre Ríos, bello y espiritual
sitio para visitar y enaltecer los sentimientos.
Gracias
por tener paciencia en las interminables charlas con un dudoso creyente como yo, gracias por
tanto afecto y por el exquisito Licor Monacal que los hermanos elaboran
maravillosa y místicamente con más de 100 hierbas e distintas provincias
argentinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario