SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



domingo, 19 de septiembre de 2021

LEYENDA de una bella FLOR-

 

Esta hermosa leyenda narra la historia de amor de dos jóvenes aztecas, Xóchitl y Huitzilin, un romance del cual nació la flor del cempasuchil.




Esta maravillosa historia de amor comenzó cuando los dos jóvenes aztecas aún eran pequeños. Solían pasar todo su tiempo libre jugando y disfrutando juntos descubriendo su ciudad. Aunque Xochitl era una niña delicada, su familia la dejó participar en las aventuras de su vecino Huitzilin. Con el tiempo, era natural que su amor floreciera.



Disfrutaron especialmente de la caminata a la cima de una montaña cercana donde ofrecían flores al dios del sol Tonatiuh. El dios parecía apreciar su ofrenda y sonreía desde el cielo con sus cálidos rayos. En un día particularmente hermoso en la cima de la montaña, juraron que su amor duraría para siempre.



Cuando estalló la guerra, los amantes se separaron cuando Huitzilin se dirigió a luchar y proteger su tierra natal. Pronto las temidas noticias de la muerte de Huitzilin llegaron a Xóchitl.

Ella sintió su mundo cayendo a pedazos, su corazón completamente desgarrado. Decidió caminar una última vez hasta la cima de la montaña e implorar al dios del sol Tonatiuh, que se uniera con su amor Huitzilin.



El sol movido por sus oraciones lanzó un rayo que tocó suavemente la mejilla de la joven. Al instante se convirtió en una hermosa flor de colores ardientes tan intensos como los rayos del sol.

De repente, un colibrí tocó amorosamente el centro de la flor con su pico. Fue Huitzilin quien renació como un hermoso colibrí. La flor abrió suavemente sus 20 pétalos, llenando el aire con un aroma misterioso y encantador.

Los amantes estarían siempre juntos mientras existieran en la tierra flores de cempasuchil y colibríes. Así es como la flor cempasúchil llegó a ser la Flor para honrar con dignidad y valor a los que mueren dándoles amor.

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