SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 22 de septiembre de 2021

NO a la sal refinada «de mesa» ¿Por qué?

 

La sal es fuente de vida, aunque la creencia popular dice que es una sustancia que nos perjudica. Lo que muchas personas ignoran es que la llamada «sal de mesa» o refinada no tiene nada que ver con la sal marina. Lo único que tienen en común es su capacidad para salar los alimentos. La sal refinada es cloruro sódico con otras sustancias añadidas como yodo o flúor. Sin embargo, la sal marina contiene los 84 elementos que componen nuestro cuerpo y, además, en la medida adecuada.

 


La importancia de la sal en el pasado

Nuestros antepasados sabían perfectamente que la sal tenía un gran valor. Por ese motivo, la sal se utilizaba para pagar a los soldados. De ahí la palabra salario. Sin embargo ahora la sal se considera casi un veneno. ¿Es posible que nuestros antepasados estuvieran tan equivocados? Nada más lejos de la realidad. Lo que pasa es que la sal que consumían nuestros antepasados, e incluso hace aproximadamente siglo y medio, no era la misma sal que ahora se nos aconseja tomar.

 

El tipo de sal que denominamos «de mesa» es cloruro sódico y poco más. La sal de nuestros antepasados sin embargo, era sal de verdad. Este tipo de sal que procede tanto del mar como de las montañas es imprescindible para nuestro cuerpo.



 

La sal y nuestra sangre tienen mucho que ver:

Son pocas las personas que saben que la composición de la sangre de nuestro cuerpo es casi idéntica al agua salina del mar. Esto quiere decir que nuestra sangre contiene la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años. De hecho, son muchos los investigadores que se han atrevido a afirmar que se podrían sustituir las transfusiones de sangre, que tantos riesgos presentan, por transfusiones de agua de mar purificada y beneficiar de esta manera a muchas personas.

 

¿Por qué comenzó el refinado?

Está claro que, en algún momento, se comenzó el refinado de la sal por algún motivo. Parece ser que los científicos que analizaron la sal en su momento decidieron que todos los minerales esenciales y oligoelementos que contenía no eran más que impurezas. Por este motivo, como el cloruro sódico es lo que da el sabor salado a los alimentos, se comenzó refinar. Lógicamente el resultado de ese proceso nos ofrece una sal que nada tiene que ver con la sal original. Podemos incluso decir que algo que podía considerarse un tesoro a pasado a la categoría de veneno.


 La sal refinada es una sustancia tóxica

El cloruro sódico que contiene la sal refinada es tóxico. Si añadimos a eso, la toxicidad de los minerales que se añaden de manera artificial, podemos entender por qué puede ser un veneno. Otro punto a tener en cuenta es que a la sal se le añaden una serie de conservantes que no es obligatorio que figuren en el envase. Estos conservantes son una gran cantidad de «E» y también carbonato de calcio, carbonato de magnesio e hidróxido de aluminio. Diferentes estudios han demostrado que el aluminio es un metal tóxico que afecta seriamente nuestro sistema nervioso.

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