Para su último hipercoche híbrido,
Koenigsegg ha desarrollado un revolucionario motor eléctrico de 800 caballos de
fuerza. Bautizado como Dark Matter, destaca, entre otras cosas, por su
arquitectura que combina flujo axial y radial.
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Motor eléctrico
ultracompacto de 39 kg.
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Potencia de 600 kW (800 CV).
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Arquitectura híbrida
axial-radial única.
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Tecnología de seis fases:
menor vibración y más eficiencia.
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Uso de fibra de carbono
para aligerar componentes clave.
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Aplicación en la Koenigsegg
Gemera, 2.300 CV combinados.
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Potencial real para avanzar
en la electrificación ligera y de alto rendimiento.
Para su última hypercar híbrida,
Koenigsegg ha desarrollado un motor eléctrico que rompe con casi todo lo
establecido en la industria: Dark Matter. Este bloque de
apenas 39 kg de peso entrega una potencia brutal de 800
caballos (600 kW), desafiando no solo las limitaciones técnicas
tradicionales, sino también los conceptos actuales de lo que debe ser un
sistema de transmisión eléctrico en el mundo del alto rendimiento.
La Koenigsegg Gemera, que
comenzó a fabricarse a finales de 2024, es el primer vehículo en incorporar
este motor. A diferencia de modelos anteriores como la Regera, que usaba tres
motores eléctricos, la Gemera apuesta por un único motor Dark Matter,
más potente y compacto, gracias a un diseño pionero que combina eficiencia,
ligereza y una entrega de potencia excepcional.
Una
arquitectura innovadora
La mayoría de los vehículos
eléctricos actuales siguen utilizando motores de flujo radial, una
tecnología consolidada pero con ciertas limitaciones físicas en cuanto a
densidad de potencia y eficiencia térmica. En cambio, Koenigsegg ha decidido ir
más allá con una configuración denominada Raxial Flux, una
arquitectura mixta que fusiona lo mejor del flujo axial y
el flujo radial.
Este enfoque híbrido permite
aprovechar la compacidad y eficiencia térmica de los diseños axiales con la
estabilidad y el control de los motores radiales. El resultado es una mejora
tangible del par motor y de la densidad energética,
algo clave en un sector donde cada gramo y cada centímetro cúbico cuentan.
Este tipo de arquitectura está
empezando a ganar tracción también en aplicaciones aeroespaciales y en
vehículos eléctricos ligeros, como algunas motocicletas eléctricas de alto
rendimiento desarrolladas en Japón y Estados Unidos, lo que refuerza su potencial
para escalabilidad.
Un
motor a seis fases
La innovación del Dark Matter no se
queda en la estructura interna. Koenigsegg ha introducido una tecnología poco
común en automoción: alimentación a seis fases. Mientras que los
motores eléctricos convencionales funcionan con tres fases (tres
impulsos eléctricos desfasados 120° por vuelta), este motor genera seis
impulsos por vuelta.
Esto se traduce en una mayor
suavidad de funcionamiento, menos vibraciones y un control más fino de la
entrega de potencia, especialmente a bajas revoluciones, donde los motores
eléctricos suelen mostrar cierta brusquedad. Además, al distribuir la carga
eléctrica en más fases, el sistema puede funcionar con menor intensidad
de corriente, lo que reduce el calor generado y permite usar
componentes más compactos o ligeros en la electrónica de potencia.
En términos prácticos, esto significa
una conducción más suave, eficiente y estable. Un ejemplo similar —aunque en
otra escala— puede encontrarse en algunos drones de alto rendimiento que ya
usan configuraciones multipolares para mejorar estabilidad y respuesta.
Rendimiento
sin precedentes y diseño ultraligero
Con un par motor de 1.250 Nm y
un régimen máximo de 8.500 rpm, el Dark Matter es un ejemplo claro
de cómo la ingeniería puede exprimir hasta el límite los materiales y el
diseño. Para conseguir esto, Koenigsegg ha sustituido componentes
tradicionales, como el acero laminado, por materiales compuestos de
fibra de carbono en piezas clave como el estator y el rotor.
El resultado: un motor que pesa solo
39 kg, menos de lo que pesa una bicicleta eléctrica básica. Las dimensiones
—135,5 × 381,5 × 383,3 mm— lo sitúan apenas por encima del tamaño de un robot
aspirador, lo cual permite una integración más flexible en
vehículos de todo tipo, incluso fuera del segmento de los superdeportivos.
En la Gemera, el motor se ubica en la
parte delantera y trabaja en conjunto con un motor térmico V8 de 1.500
caballos, alcanzando un total de 2.300 caballos combinados,
gestionados por la transmisión LSST (Light Speed Tourbillon), otro
ejemplo de la obsesión de Koenigsegg por romper moldes.
Potencial
Aunque Dark Matter nace en el
universo exclusivo de las hypercars, su innovación tiene implicaciones mucho
más amplias. Su diseño compacto, ligero y de alto rendimiento marca un camino
claro para el desarrollo de motores eléctricos más eficientes y
fáciles de integrar en una gama más amplia de vehículos.
Aplicaciones
prácticas como estas podrían facilitar la electrificación de vehículos
comerciales ligeros, motocicletas urbanas, maquinaria agrícola o incluso
aviación ligera, donde el peso y la eficiencia
energética son críticos.
Además, tecnologías como la
alimentación a seis fases y el uso extensivo de materiales compuestos podrían reducir la huella de carbono en la fabricación
de motores eléctricos, actualmente uno de los cuellos de
botella en términos de sostenibilidad industrial.
En un contexto donde la
electrificación debe ir más allá del coche urbano y alcanzar sectores más
diversos, motores como el Dark Matter abren la puerta a soluciones más
inteligentes, adaptables y con menor impacto ambiental.
Más
información: www.koenigsegg.com
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