SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 17 de septiembre de 2025

*Tuve un sueño místico*

 

Soñé con ríos serpenteantes que me susurraban misterios ancestrales, vi la naturaleza como una pintura viviente,

soñé encontrar lo nunca antes visto.


 

Bosques color esmeralda y áureos desiertos áridos, soñé un viaje que era un reto, un vínculo entre lo humano y la naturaleza.

Al soñar, explore mis  propios límites, sentí el abrazo puro y sin miedo de la salvaje naturaleza, sentí el silencio de remotos lugares donde la tierra es palpable, interrumpido solo por el empíreo trino de las aves.

Visite sitios olvidados donde la palabra electricidad se oye como una blasfemia, viaje a lugares donde se siente respirar la tierra y las cascadas son risas y golpeteo de manos en los acantilados.

Descubrí  sitios que no están en los mapas, donde los animales salvajes parecen ser espíritus antiguos regresando del olvido, donde el aire matutino huele a líquenes y jazmines.

Soñé lugares donde las piedras se encienden de rojo fuego con el atardecer, donde los caminos no existen, donde la vida es simple.

Descubrí que existen ocultos y misteriosos manantiales  que estremecen por su verde jade, mientras la gruta latía a mí alrededor,  yo respiraba el aliento puro de la tierra.

Las montañas se veían como antiguos titanes congelados en el tiempo, y las leyendas se mezclan con la realidad, buscando serenidad, misterio y aventura.

Autor: Miguel Ángel Figueiras Giménez, poeta embajador de paz

 Buenos Aires, Argentina/2025

 

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