El documento de
casi 200 páginas, que lleva por título "Laudato si, (Alabado seas) sobre
el cuidado de la casa común", fue presentado oficialmente este jueves en
el Vaticano. El texto acusa sin rodeos a la política, a la tecnología y a las
finanzas de depredar el medio ambiente y generar pobreza. "La humanidad
está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo
de vida, de producción y de consumo", escribió el papa.
Francisco acusa a
"la política y a las empresas de no estar a la altura de los desafíos
mundiales", tras haber hecho un "uso irresponsable de los bienes que
Dios ha puesto" en la
Tierra. El papa argentino condena con palabras firmes el
consumismo y el capitalismo salvaje y los señala como responsables de la
degradación de la "madre y hermana Tierra", como la llama.
-Convirtieron la tierra en un depósito de porquería -
"La Tierra , nuestra casa,
parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería",
lamenta el pontífice. Escuchemos el "gemido de la hermana Tierra",
acosada por un brutal cambio climático y la "cultura del descarte",
pide. Se trata de la primera encíclica que se le puede atribuir completamente
al pontífice argentino, ya que la precedente fue escrita a cuatro manos con
Benedicto XVI. Es un texto "contundente y desafiante", que marcará
"un antes y después", según numerosos vaticanistas.
El presidente
estadounidense Barack Obama saludó el mensaje "fuerte y claro" de la
encíclica, y el secretario general de la
ONU , Ban Ki-moon, elogió que antepusiera "el interés
general por encima de los intereses nacionales". El presidente francés François
Hollande, cuyo país acogerá una conferencia mundial sobre el cambio climático a
finales de año, saludó igualmente el mensaje, que pidió que sea escuchado
"en todos los continentes".
El papa advierte
al mundo en su documento que las "predicciones catastróficas" de los
ecologistas "ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía" y
recuerda que "a las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados
escombros, desiertos y suciedad". Francisco recuerda que en el mundo "hay
niños que nacen, crecen y mueren dentro de los basureros", explicó el
cardenal filipino Luis Antonio Tagle, presidente de Cáritas Internacional
durante la presentación a la prensa.
- Contra el
mercado divinizado - "Hoy cualquier cosa que sea frágil, como el medio
ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado,
convertidos en regla absoluta", escribe el papa. La encíclica verde es un llamado
"urgente" a una "valiente revolución cultural" que ponga fin
al "desenfreno megalómano", al consumismo, a las desigualdades,
recalcó. Francisco propone ante todo un nuevo modelo de desarrollo, basado en
la sobriedad y la solidaridad, y analiza a lo largo de varios capítulos las
razones del deterioro del planeta y de cómo las estructuras de poder lo han
ocasionado.
"Ha llegado
la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando
recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes", escribió. El
pontífice argentino exige que se pongan "límites" porque es
"insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y
más, mientras otros no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana".
Es una encíclica
"única, estupenda", elogió el exsacerdote y teólogo brasileño
Leonardo Boff. Grupos ecologistas en Italia convocaron una marcha el domingo
para mostrar su apoyo al pontífice. - La deuda ecológica - Francisco denuncia
el actual sistema económico mundial que usa la "deuda externa como
instrumento de control" y acusa a los países ricos de no reconocer la
"deuda ecológica" que tiene con los países en vías de desarrollo.
Tienen una
"deuda ecológica" con "los pueblos en vías de desarrollo, donde
se encuentran las más importantes reservas de la biosfera y que siguen
alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su presente y de
su futuro", recalca. El pontífice latinoamericano, que se inspiró en San
Francisco de Asís, el santo defensor de la naturaleza y los pobres, teme una
guerra por el agua, denuncia la pérdida de la biodiversidad y la desigualdad
entre regiones ricas y pobres.
El documento está
dirigido a todo el mundo, y no sólo a los católicos e invita a reflexionar
sobre el inmenso poder que, a través de la ciencia y la tecnología, los más
poderosos tienen con "la biotecnología, la informática, el conocimiento de
nuestro propio ADN", escribe. Presentado tan sólo seis meses antes de la
cumbre de Naciones Unidas sobre el calentamiento climático, prevista en
diciembre en París, el documento influirá en la comunidad internacional. "El
sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el
fracaso de las cumbres mundiales", lamentó.
Esa posición
genera también críticas y reacciones, por lo que no se excluyen campañas en su
contra, basadas en estudios científicos y financiadas por el sector petrolero e
industrial con inmensos intereses.
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