La última moda en Silicon Valley para mejorar
el rendimiento laboral nada tiene que ver con el coaching, con la meditación, con el teamworking
ni con otro término moderno acabado en ing. Los programadores que trabajan en
en esta zona de la bahía de San Francisco, en donde se agrupan las sedes de las
empresas más punteras de tecnología de Estados Unidos, se
pirran por las microdosis de LSD. Sí, la droga de los hippies.
La revista Wired ha
dedicado un extenso reportaje a este curioso fenómeno de los tripis en las
oficinas. En él se habla de una trabajadora llamada Lily -no es su nombre real-
que se prepara
unas cápsulas de setas alucinógenas y se las toma por la amñana, de la misma
forma que el resto de los mortales nos tomamos el café.
¿Las ventajas de esta ingesta? “Me ayudan a estar más
concentrada, a pensar de una manera creativa y a manejar mejor el estrés”,
asegura esta joven.
Lo que hace Lily no es nada raro en San
Francisco. Al
parecer, muchos profesionales están tomando drogas similares para tener un
mejor rendimiento en sus puestos de trabajo. No lo hacen todos los días, pero
sí una vez cada semana o cada dos semanas.
Ellos las usaron en los 60. |
Si el LSD es consumido en pequeñas dosis -una décima
parte de lo que suele tener un tripi, el papel secante en el que suele ser
impregnado-, sus
efectos no tienen nada que ver con lo que se presupone a esta sustancia:
quienes han probado las microdosis aseguran que mejora la concentración, la capacidad
de resolver problemas y la reducción de ansiedad. Además de estas ventajas, el
LSD mejora la comunicación interpersonal, ya que dispara la empatía de quien lo
toma.
El Dr James Fadiman, experto en LSD, explica que la gente que
lo tome en bajas cantidades no experimentará ningún efecto secundario
indeseable, y no como pasa con otros psicofármacos u otros medicamentos
como el Ritalin, que disparan la concentración. “Quien consuma
podrá notar que está teniendo un buen día. Será más comprensivo con el idiota
de la oficina”.
Pero a pesar de estas palabras, todavía no se han
realizado experimentos que confirmen estas supuestas ventajas de las
microdosis. Sí
que se sabe el potencial daño del LSD en el cerebro, una sustancia capaz de
dañar de manera irreparable partes del córtex o del sistema límbico si se
consume en exceso.
Sin embargo, Fadiman ha estado llevando a cabo
sus propias investigaciones en su consulta de San Francisco. En los últimos años, ha
suministrado LSD a centenares de personas y a cambio les ha pedido que escriban
un diario contando su experiencia. Y según esta fuente de información, los que lo toman aseguran
sentirse mejor y resuelven de una manera más
creativa los problemas que encuentran en su trabajo. Entre los
clientes de Fadiman hay ejecutivos de multinacionales, deportistas y banqueros.
Otro de los entrevistados para el reportaje es
Daniel, un empleado de una firma de análisis de negocios que compra sus dosis
de LSD por Internet y las toma con sus pastillas multivitaminas. “Ya lo tomo
como una especie de café mágico. Me ayuda a manejar mejor los proyectos más
complejos, esos en los que tengo que tener varias variables en la cabeza a la
vez”.
IMPORTANTE:
Pero aunque todos los entrevistados se muestran muy efusivos sobre los efectos
positivos, su ánimo decae cuando se les menciona los posibles problemas que en
un futuro puedan tener en su cerebro por consumir LSD. “No hay
estudios sobre el tema. Y si los hubiera y fueran claros, dejaría de tomar la
droga. Pero como no los hay, seguiré haciéndolo", asegura un desarrollador de software
llamado Blake.
No hay comentarios:
Publicar un comentario