¿Se imaginan que en lugar de
tomar una pastilla pudiéramos enseñar a las células a cazar enfermedades y
curarlas? Suena futurista, pero es justo lo que a conseguido un equipo de
bioingenieros utilizando células que sufrían de psoriasis, una enfermedad
inflamatoria de la piel.
Los investigadores,
dirigidos por el profesor Martin Fussenegger en la Escuela Politécnica
Federal de Zúrich, publicaron sus resultados en Science. Fussenger y su equipo
reprogramaron células humanas para detectar las moléculas características de la
psoriasis (dos citocinas) y responder produciendo los fármacos que sirven para
tratar esa enfermedad (otro par de citocinas). Al invento le han llamado,
sencillamente, “células conversoras de citocina”.
Reprogramar las células
consiste en realidad en equiparlas con dos nuevos tipos de receptores químicos
en su superficie. Estos receptores reaccionan cuando se encuentran con dos
proteínas en concreto, el factor de necrosis tumoral (TNF) y la interleucina-22
(IL-22), el sello distintivo de un brote de psoriasis. Así es como las células
detectan la psoriasis y producen las moléculas antiinflamatorias que la tratan.
Para los ratones del
estudio, una sola inyección de las células humanas alteradas mantuvo a raya la
psoriasis durante semanas. Las células del Fussenegger actuaron como
centinelas, siempre vigilantes. Una auténtica hazaña para la ingeniería
genética, que avanza a una velocidad asombrosa. [Science vía Popular Mechanics]
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