Lo primero que debes saber es que para celebrar la Navidad en Filipinas ya vas
tarde porque allí la Navidad comienza a festejarse desde el mes de septiembre,
dicho de otro modo, la navidad en este bello archipiélago dura tres meses,
tres meses completos de villancicos y calles iluminadas para la ocasión.
Aunque
hay aspectos en los que la Navidad filipina coincide con la de otros rincones
del mundo, cuenta con sugerentes
particularidades como el Parol, una antorcha que se inspira en la estrella que
guió a los Reyes Magos hasta el Portal de Belén; se coloca en las ventanas
de la casa para asegurarse de que los Magos no se pierden y llegan a casa
además de al Portal de Belén.
Centrándonos en las celebraciones que están
todavía por llegar, las del último mes de la Navidad, es importante recordar
que Filipinas es un país de arraigada tradición católica, razón por la que el
día 16 comienza el ciclo de novenas que termina el día 24 con una misa al filo
de la medianoche, es la que conocemos como Misa del Gallo y que conmemora el
nacimiento de Jesús.
Es
precisamente la noche de Nochebuena
cuando tiene lugar una tradición poco conocida para nosotros, los filipinos
celebran el Panunuluyan para recordar el triste peregrinar de María y José
buscando refugio antes del nacimiento del niño Jesús; una pareja, ataviada
como si fuesen los verdaderos María y José, llama a las puertas de las casas y
pide que se les permita la entrada.
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