Un
estudio sugiere que en los últimos 20 años ha vuelto a crecer de forma natural
en todo el mundo una superficie forestal del tamaño de Francia.
Los bosques recuperados tienen el potencial de absorber el
equivalente a 5,9 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, más que las
emisiones anuales de Estados Unidos, según los grupos ecologistas.
Un equipo dirigido por el
WWF usó datos por satélite para elaborar un mapa de los bosques regenerados.
La regeneración forestal
consiste en restaurar los bosques naturales mediante
una intervención mínima o nula. Esto va desde no hacer nada hasta plantar
árboles autóctonos, cercar el ganado o eliminar plantas invasoras.
William Baldwin-Cantello,
de WWF, afirma que la regeneración natural de los bosques suele ser “más barata, más
rica en carbono y mejor para la biodiversidad que las plantaciones de árboles“.
Pero dijo que la
regeneración no puede darse por sentada: “para evitar un cambio climático peligroso debemos
detener la deforestación y restaurar los bosques naturales“
El
estudio señala que el bosque atlántico de Brasil es un motivo de esperanza, ya
que desde el año
En los bosques boreales del
norte de Mongolia se han regenerado 1,2 millones de hectáreas de bosque en los
últimos 20 años, mientras que otros focos de regeneración son el centro de
África y los bosques boreales de Canadá.
Sin embargo, los
investigadores advirtieron que los bosques de todo el mundo se enfrentan a
“importantes amenazas”.
A pesar de los “signos
alentadores” de los bosques de la costa atlántica de Brasil, la deforestación
es tal que la superficie forestal debe duplicarse para alcanzar el umbral
mínimo de conservación, señalaron.
El proyecto es una empresa
conjunta de WWF, BirdLife International y WCS, que están llamando a otros
expertos para que ayuden a validar y perfeccionar su mapa, que consideran “un
esfuerzo exploratorio”.
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