A las puertas del
Parque Nacional Gesäuse un monasterio lleno de saber, cultura y naturaleza
espera a los visitantes. En cada rincón sus secretos aguardan a ser descubiertos.
Destaca, entre ellos, la mayor biblioteca monástica del mundo cuya singularidad
es casi imposible de superar.
La
historia de la abadía de Admont se remonta al año 1043 y nos lleva hasta Sta.
Emma de Gurk. Nacida como condesa de Friesach-Zeltschach, fundó también el
monasterio de Gurk en la región de Carintia. Poco antes de su muerte transmitió
sus propiedades en Estiria al obispo Balduin de Salzburgo, estableciendo un
mandato a cumplir: sobre esos terrenos, un monasterio debía ser fundado.
Más
de treinta años pasaron finalmente hasta que el monasterio benedictino fue
consagrado por el arzobispo Gebhard. No obstante, ya en aquel año, los primeros
monjes se trasladaron desde la abadía de S. Pedro en Salzburgo. Esto hace que
el monasterio de Admont sea el más antiguo de los aún existentes en Estiria.
La biblioteca
monástica más grande del mundo: una obra maestra de la arquitectura:
Desde su finalización en torno a 1773 la fastuosa
sala repleta de conocimientos impresiona a los visitantes. Por encima de todo,
resultan apreciables las huellas de la Ilustración en el diseño arquitectónico
de la sala. Por un lado, en las obras de arte y en el conjunto de libros, pero
también por otro, en el suelo. Este último llama la atención por su mármol
blanco, rojo y gris, y porque permite a cada mirada personal reconocer algo
distinto en su diseño. ¿Qué puedes reconocer? ¿Bandas, líneas en zigzag o, tal
vez, cubos? En tu próxima visita, deja que la arquitectura de la sala de la
biblioteca te lleve a un viaje de descubrimiento.
Además del suelo, también hay algo más que descubrir: unos
valiosos frescos que se hallan sobre nuestras cabezas. Bartolomeo Altomonte
realizó, cumplidos ya los ochenta años, estos siete frescos que componen una
serie narrativa. En el centro del conjunto de la obra figura una representación
de la Revelación, como principio básico del cristianismo, que está simbolizada
en la cúpula central. Por otra parte, las ciencias y las artes son
representadas en las seis cúpulas adyacentes, mostrando así la estrecha
relación entre la religión y el arte, así como la ciencia.
Los libros de
Admont y sus secretos
No debemos abandonar la biblioteca sin reparar antes en un secreto del monasterio. Casi imposibles de distinguir de otras estanterías, pero realmente distintas, se sitúan las llamadas «puertas secretas» de la biblioteca de la abadía. Mediante la disimulación de las puertas a la vista, utilizando engañosas imitaciones de auténticos lomos de libros, mantiene la sala su aspecto homogéneo.
Sin embargo, lo que constituye
una realidad son los más de 70 000 libros que encuentran su sitio en la
biblioteca. En el conjunto del monasterio se hallan más de 200 000 volúmenes,
entre ellos 1400 manuscritos, los cuales constituyen el más preciado tesoro de
la abadía. Probablemente, los primeros libros fueron llevados por los monjes
desde su casa madre en Salzburgo. A ellos habría que sumar los numerosos
volúmenes donados, ya en los primeros años del monasterio, por el arzobispo
Gebhard.
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