NO PERMITAMOS que otras culturas NOS ABSORBAN,
DIFUNDAMOS y cultivemos nuestras raíces.
Ante la aprobación, por parte del Congreso, de la Ley N.º 4756, en la que sus autores -Edgardo J. Míguenz
y Atilio Roncoroni- reconocieron el pedido de la Agrupación Bases, que
expresaba las ideas del periodista y poeta costumbrista Francisco Timpone, para
homenajear y celebrar las tradiciones gauchas en la Provincia de Buenos Aires.
La Ley Nacional N°21.154 de 1975, consagró,
definitivamente, aquella fecha conmemorativa para todo el territorio argentino,
en homenaje al escritor José Hernández.
En
sus obras Martín Fierro y La vuelta de Martín Fierro, José Hernández rinde homenaje al
gaucho. Su legado permanece vigente y es retomado como inspiración para la
producción de distintas obras. La figura del gaucho es uno de los símbolos de
nuestra identidad nacional.
Leonor Acuña, profesora e investigadora en la Facultad de Filosofía y Letras de la
UBA, realizó contribuciones en las áreas de dialectología, lenguas en contacto,
español como lengua segunda y extranjera (ELSE) y educación intercultural
bilingüe.
¿A qué llamamos
tradición? Para nosotros la palabra tradición se refiere tanto al mundo de lo
privado como al de lo público, ya que el Día de la Tradición nos
remite, desde chicos, a conmemoraciones y actos de valoración de
la obra de José Hernández y de su representación para nuestra nacionalidad.
En
el término tradición reunimos las costumbres, hábitos y
prácticas que se transmiten entre los miembros de una comunidad.
Es decir que un grupo de personas que se sienten representadas e identificadas
por una práctica o por una costumbre que comparten deciden conservarla y
transmitirla.
Las
familias, los amigos, los compañeros de estudio, de viaje, de trabajo crean y
mantienen tradiciones que ayudan a definirlos y les dan cohesión: fiestas,
fechas, comidas, conmemoraciones, vestidos, música.
¿Cómo se puede repensar
el concepto de tradición en estos tiempos?
- Es interesante ver cómo la lengua va moldeando y desarmando significados. La tradición, como sustantivo, es para la comunidad algo positivo, y
generalmente festivo, pero el adjetivo tradicional suele tener una carga de
conservadurismo que se asocia socialmente a costumbres del pasado, rígidas,
muchas veces, y poco atractivas para los más jóvenes.
Hay
acciones de gestión política que definen tradiciones como es el caso de la
declaración del Día de la Tradición al 10 de noviembre -fecha del nacimiento de
José Hernández- y hacer así de las costumbres gauchas nuestro pasado común para
todo el país.
¿Qué tradiciones considera que se
mantienen y cuáles se perdieron o van camino a perderse?
Permanentemente hay tradiciones
que se desdibujan, primero, y finalmente se pierden. Pero también
permanentemente surgen nuevas prácticas y hasta se producen renovaciones de las
antiguas. Pienso en el Año Nuevo chino que atrae a tanta gente al barrio chino
de la ciudad de Buenos Aires, en las fiestas dedicadas a las distintas
advocaciones de la virgen que se hacen en ciudades de todo el país acompañando
a los inmigrantes que las llevan como referencia de su lugar de origen, en el
culto a la Virgen del Valle en Catamarca que se renueva en la imagen vestida
con el manto con que apareció por primera vez.
¿De qué manera se pueden proteger nuestras
tradiciones?
Si queremos encontrarnos en un concepto de tradición que nos represente como
país, tenemos que empezar por pensar quiénes somos hoy
en día, cuál es nuestra diversidad y qué tenemos en común.
Somos un país de grandes ciudades (más del 90% de la población argentina es
urbana), de conglomerados donde conviven personas que vienen de distintas
provincias, de distintos países, con diversidad de lenguas y de acentos, con
creencias y cultos variados.
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