Como con el de gran parte de las universidades más antiguas de Europa,
la religión tuvo mucho que ver con el nacimiento de la Universidad de Dublín.
En 1592 la reina Isabel I
de Inglaterra ordenó su creación para evitar que las ideas
revolucionarias de Europa llegaran a los estudiantes ingleses. Ojo, que las
ideas revolucionarias eran las católicas, porque la corona británica era
anglicana.
La Universidad de Dublín está formada por un único college, obviamente el Trinity College.
Debido a eso, se ha aceptado el uso de Trinity College como sinónimo de
Universidad de Dublín… pero son dos cosas distintas.
Lo curioso es que el Trinity
College –formalmente College
of the Holy and Undivided Trinity of Queen Elizabeth near Dublin,
Colegio de la Santa e Indivisible Trinidad de la Reina Isabel cerca de Dublín,
en español, ¡normal que lo recortaran!– se fundó en los terrenos de un antiguo monasterio católico confiscado
por Enrique VIII. De hecho, la estructura del campus sigue el patrón de un
monasterio, con edificios que miran hacia el patio interior y pocas puertas al
exterior.
A pesar de su fundación a finales del siglo
XVI, en el XVIII se destruyó todo y se volvió a levantar según
las líneas europeas del neoclasicismo. Solo el empedrado es de la época de su fundación. Eso
sí, no ha dejado de evolucionar ni de crecer desde entonces. Hoy ocupa 47
acres –sí, acres, que es lo que usan en Irlanda, para hacerte
una idea, unos 190.000 m2– y el último edificio es la nueva biblioteca de ocho
pisos inaugurada en 2003.
Los miles de turistas que se acercan cada día hasta el Trinity
College de Dublín lo hacen principalmente atraídos por el libro
de Kells, the Book
of Kells, y la antigua biblioteca, The Old
Library. Lo “bueno” es que el libro está en la biblioteca, así que
es un dos en uno perfecto.
De todas formas, antes de entrar en
la biblioteca, no dejamos de darnos una vuelta por la Library Square y de
acercarnos hasta el campanario
del siglo XIX que ocupa su centro. Según la leyenda, los
alumnos que pasan bajo él cuando suenan las campanas suspenderán sus exámenes.
El hecho de que, como decía antes, los edificios miren a ese patio hace que se
cree un ambiente especial: casi puedes llegar a olvidar que estás en pleno centro de Dublín –el near Dublin se ha convertido en el
centro de la ciudad–. “Casi” porque, además de los turistas, también están los dubliners que atajan cada día
entre sus edificios.
Para llegar a la Library Square desde la puerta principal de Trinity College,
en College Green 2, hay que atravesar
las antiguas casas del Parlamento hasta la Parliament
Square. Hoy en día, los edificios los ocupa una sucursal del Banco
de Irlanda.
EL LIBRO DE KELLS
El libro de
Kells es una auténtica joya del
cristianismo celta. Sí, no solo hubo sincretismo en Sudamérica,
la llegada del cristianismo a las tierras de Irlanda fusionó tradiciones celtas
con las de la nueva religión. Así, por ejemplo, podrás ver cruces cristianas junto a trisqueles.
Este manuscrito ilustrado, que contiene los cuatro
evangelios del Nuevo Testamento en latín, se considera el cénit
del arte medieval irlandés. Su decoración no tiene punto de comparación, ni por
el detalle ni por el colorido, con la de otros manuscritos de la misma época.
Fíjate, si no, en los detalles de sus letras capitales. Incluso aunque te
dijera que está hecho ayer mismo seguiría pareciéndote una maravilla… pero es
que es del ¡siglo IX!
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