Los peces son los maestros del reino animal en el cambio de sexo. Aproximadamente el 2% de las especies de peces muestran algún tipo de hermafroditismo: son unas 500 especies diferentes en todo el mundo. Ejemplos de ellos son el pez payaso, famoso por la película Buscando a Nemo; el caribeño lábrido de cabeza azul, el bacalao azul de Nueva Zelanda y, el más radical, el kobudai, con una cara que solo una madre podría amar.
Científicos
hallaron el mecanismo que permite a los peces, a través de la reconfiguración
genética de las gónadas y cambios en la “memoria” celular”, modificar su sexo
en la edad adulta, informó la revista Science Advances. Mucha gente da por cierto que el sexo biológico queda establecido
al nacer, pero muchos peces lo cambian de forma rutinaria en la edad adulta
como parte natural de su ciclo vital, según la coautora del
estudio Erica Todd, del Departamento de Anatomía de la Universidad de Otago, en
Nueva Zelanda.
En el
programa de televisión Planeta Azul II (Blue Planet) de la BBC se menciona que, para muchas especies como
el kobudai, la capacidad de cambiar de sexo es altamente adaptativa; para esto
el equipo de investigadores submarinistas viajó hasta Japón en 2016 donde
filmaron al pez. Los especialistas comentan que si un pez individual puede
reproducirse como hembra durante la primera parte de su vida y luego continuar
reproduciéndose como macho durante el resto, efectivamente duplica su
producción reproductiva. Poder cambiar de sexo maximiza las posibilidades de transmitir
genes si las circunstancias ambientales o sociales cambian.
Allí los millones de televidentes fueron testigos del dramático
cambio que experimentó una kobudai hembra de diez años (también conocida como
napoleón asiático, Semicossyphus reticulatus) al transformarse en macho. Después de muchos meses, el
macho transformado emerge de su guarida más grande que antes, con testículos,
una frente enorme y bulbosa y una naturaleza agresiva. Ahora
incluso más grande que el macho dominante existente con el que se había
apareado anteriormente cuando era hembra, el nuevo macho derrota al alfa
envejecido en una violenta batalla por el dominio.
Al kobudai y sus variedades se los conoce como
hermafroditas secuenciales, ya que pueden cambiar de sexo de forma permanente en un
momento específico de sus vidas. La mayoría de los hermafroditas secuenciales
se conocen como protogynous (en
griego, “la mujer primero”): cambian de mujer a hombre, que incluye a también otros
lábridos, muchas especies de peces loro y una amplia variedad de peces de
arrecife. En la mayoría de los peces protóginos, algunos comenzarán su vida
como machos, algunos cambiarán de hembra a macho en algún momento y algunos
permanecerán como hembras durante toda su vida. Sin embargo, en otras especies,
el sesgo sexual puede ser más extremo: en el pez ángel (Centropyge potteri), por ejemplo, todos los peces
comienzan sus vidas como hembras y todos los machos eran hembras en algún
momento.
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