Existen múltiples especies de pájaros carniceros agrupados
incluso en diferentes familias, es decir, su
comportamiento evolucionó prácticamente igual aunque no están
relacionados entre ellos ni habitan las mismas áreas geográficas, lo
cual vuelve un poco más impactante un comportamiento tan particular en el reino
animal.
Las especies de la familia Artamidae
son de los pájaros cantores más grandes,
y se encuentran en la región de Australasia - que comprende Australia, Nueva
Zelanda e islas vecinas del océano Pacífico. Por su parte, la familia Laniidae
- cuyo nombre se deriva de la palabra latina para “carnicero” - habita en la
región de Eurasia y África.
Las alrededor de 40 especies de pájaros carniceros cuentan
con picos ganchudos, semejantes en forma - aunque no en tamaño - a los de aves
de presa como las águilas, lo cual
revela su tipo de dieta.
Estas aves son insectívoras en general, aunque también
pueden llegar a cazar pequeños reptiles
y mamíferos; aunque, algunas especies pueden capturar presas más grandes
que ellos.
Cuando estas aves cazan, llevan a su
presa a sitios muy particulares dentro de su territorio, lugares donde puedan empalarla. Cual si
fuera una película de terror, estas aves dejan de esta forma a sus presas - en
ocasiones vivas - para poder alimentarse de ellas tanto en el momento como
posteriormente. Omitiendo este acto digno de Drácula, esta
conducta de resguardar el alimento para su futuro y más tranquilo consumo no es
algo raro en animales depredadores.
Cuando pensamos en aves que son temibles
cazadores, solemos pensar en águilas o halcones, animales con potentes
garras, temibles picos, y en los que su belleza no oculta las armas con las que
cuentan. Pero con los pájaros carniceros, su
apariencia no nos da el menor indicio de un comportamiento que solo
imaginamos o en historias de terror o en la mente de lo peor que la humanidad
puede ofrecer.
Sin embargo, así como esos vecinos
buena onda, amables y agradables a la vista que resultan ser asesinos brutales,
las múltiples especies de estas aves son
tan hermosas como son brutales en sus formas de almacenamiento de
presas, alimentación y cortejo, pero a diferencia nuestra, lo hacen sin ninguna
malicia.
No cabe duda que no hay que dejarse
llevar por las apariencias, ni la de otros humanos ni la de otros animales.
Referencias:
·
A. Golawski, et al. 2020. The function of food storing in shrikes: the importance of larders for
the condition of females and during inclement weather. The European
Zoological Journal 87(1), pp. 282-293. DOI:
10.1080/24750263.2020.1769208.
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