El 21 de agosto de 1891 nació, en la
ciudad de Buenos Aires, Florencio de los Ángeles Molina Campos. Su
gran maestra fue la naturaleza y su verdadera escuela el campo argentino.
"Yo le diría a los escritores, a
los músicos, a los pintores: vayan a la pampa, a los montes, a las sierras
y recojan nuestro inmenso caudal disperso, que aún está a tiempo para salvar el
folklore nativo. ¡Triste será que las futuras generaciones nos pidan cuentas!
¡Triste será que no podamos decirles que fue del gaucho, y que hemos hecho por
mantener la Tradición Nacional!", Florencio Molina campos.
El Ballet Folklórico Nacional y su
homenaje a Molina Campos
Entre sus coreografías, el Ballet
Folklórico Nacional tiene la obra Velay lo’j novios,
basada en los cuadros costumbristas de Florencio Molina Campos, sobre una idea
y teatralización de Santiago Ayala y compaginación musical de Luis Marinoni.
Mariano
Luraschi, subdirector a cargo del
organismo, expresa su admiración hacia el artista y cuenta los detalles de esa
obra, una de las más aplaudidas del Ballet:
"Florencio
Molina Campos manejaba una línea costumbrista de la pampa
en un humor melancólico o algo inocente, pero muy expresivo. Un hombre
multifacético que, a través de su mano y su pintura, ha plasmado escenas
costumbristas en una línea de caricatura con mucho detalle, en lo que tiene que
ver con la vida de campo, con la vida rural.
En la década del '70, en una
película nacional que se llamó Argentinísima -dirigida
por Fernando Ayala y Héctor Olivera, con argumentos de Félix Luna, textos de
Marcelo Simón y música de Oscar Cardozo Ocampo-, aparece un montaje, una
recreación, un cuadro viviente de Molina Campos. En una idea genial de Santiago
Ayala, El Chúcaro, junto a Norma Viola y el ballet de ellos, con unas máscaras
increíbles, tratadas con la misma intención y expresión que aparece en los
rostros de los cuadros de Molina Campos, a través de los artistas, los
bailarines, se le da vida a una pintura".
Luraschi cuenta que "ese cuadro hoy lo tiene el Ballet Folklórico Nacional con el título de Velay lo’j novios, en una nueva edición musical con voces de los integrantes del Ballet y la edición musical de Luis Marinoni, exintegrante de la compañía. En 2019 fuimos invitados por el Museo Histórico Sarmiento para participar dentro del ciclo Muestras de Caricaturas y el Día Internacional de los Museos. Bajo la temática de caricaturas, el Ballet Folklórico Nacional llevó la obra, adaptada al espacio participativo del Museo, donde los personajes convivían con el público.
Estas caricaturas vivientes transitaban por el espacio del Museo y en distintos ámbitos desarrollaban distintas partes de las coreografías. Cuando esta obra es ejecutada hay una transformación absoluta en los cuerpos de los bailarines, quienes encarnan a los personajes de una manera humorística y exacerbando mucho las costumbres, los gestos, poniéndose en el mismo grado que las caricaturas de Molina Campos para generar un balance completo entre lo plástico, lo visual y lo expresivo. Fue una experiencia maravillosa".
Tiléforo
Areco, el gran protagonista
De niño, Molina Campos pasaba sus vacaciones en la
estancia materna "Los Angeles", en General Madariaga, a 30 kilómetros
de la Costa Atlántida. A los nueve años, para entretenerse en los días de
lluvia, Molina Campos empezó a dibujar sus primeros gauchos. El
capataz de la estancia era Tiléforo Areco y se
trasformaría en el personaje principal de sus cuadros.
Entre los años 1934 y 1935, el
personaje Tiléforo Areco fue llevado a Radio Splendid en la voz del propio
Molina Campos. Se emitió también por LU7 de Bahía Blanca y LT1 de Rosario.
El
encuentro con Walt Disney
Becado por la Comisión Nacional de Cultura, en 1937,
Florencio viajó a Estados Unidos. En 1938 expuso en la Gallery of the English
Book Shop, de Nueva York, y sus obras se publicaron en importantes semanarios.
Las empresas comerciales de Estados Unidos consideraron a Molina Campos como
una gran tentación.
En el año 1941, estando Molina
Campos de viaje, Walt Disney visitó la Argentina para
conocer el país donde estaban "esas cosas curiosas que pintaba
Florencio" y que estaban publicadas en importantes semanarios de Estados
Unidos. Visitó la estancia y le manifestó a su esposa, Elvirita, su deseo de
contratar a Florencio para que lo asesorara en una película sobre la vida y las
costumbres de los habitantes de América del Sur.
El encuentro
entre Disney y Molina Campos se produjo en Río de Janeiro, y en 1942 comenzó a
trabajar como technical advisor para supervisar las películas El gaucho
reidor (o The
flying gaucho) y Goofy se
hace gaucho. Los films hacían una parodia y deformación de los
paisanos y nuestras costumbres. Chocó el interés comercial de Disney con la
defensa de las tradiciones gauchescas de Molina Campos.
El 16 de noviembre de 1959
falleció este artista polifacético, moderno en el vestir, amante de la música
clásica, quien a los 35 años realizó su primera exposición, como aficionado,
abriendo la puerta a su vocación por la pintura.
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