Fuente: INFOCAMPO 14/11/2025: El anuncio parece
responder más a la necesidad de EE.UU. de mostrar hegemonía sobre América
latina que otra cosa. Lo comercial tendrá que discutirse punto por punto y de
seguro llevará un tiempo: al final del día lo que manda es el negocio. Empecemos por el final. No creo que
este “acuerdo” con los Estados Unidos vaya
a provocar una avalancha de carne vacuna, porcina
y aviar a la Argentina,
per se.
La ola importadora de alimentos que ya se está
produciendo está
principalmente relacionada con el tipo de cambio, lo cual se expresa por ejemplo en la creciente
importación de carnes desde Brasil, o la pulpa de tomate desde Chile y China.
CINCO CLAVES DEL “ACUERDO” CON EE.UU.
Dicho esto, algunas consideraciones sobre el comunicado emitido por la Casa Blanca este
jueves 13 de noviembre:
1. En
general, cuando dos países negocian acuerdos comerciales el comunicado busca
generar una percepción de equilibrio para las partes, con concesiones y
ventajas repartidas en forma equitativa. No es este el caso, donde es evidente la superioridad de ventajas que
lograría Estados Unidos.
2. Hay que separar las cuestiones estrictamente comerciales, de las que
corresponden a marcos normativos o decisiones políticas. Cuando el comunicado hace referencia a la
“estabilización del mercado de la soja” sencillamente está diciendo “no
queremos otro dólar soja, como el de setiembre”. En su momento lo manifestó el
mismo Scott Bessent, y ahora queda por escrito con los eufemismos típicos de
los comunicados oficiales.
3. Los anuncios comerciales hay que tomarlos con pinzas. Semanas atrás el presidente Trump anunció que
China volvía a comprar soja de los Estados Unidos. Pero no mencionó que esto
ocurriría siempre y cuando la soja estadounidense tuviera un precio
competitivo. Más allá de
algunas compras menores como gesto de buena voluntad, China siguió comprando en
Brasil, por una
cuestión de precio, y hasta anunció a través de la estatal Cofco un acuerdo de
compras a Brasil por US$10.000 millones.
Con la súper cosecha que se espera en Brasil, más lo que podría
sumar Argentina, China podría cubrir más del 90% de su demanda de soja. Así,
los “fundamentals” del mercado, indican un mercado bajista para la oleaginosa.
4. La importación y
exportación está en manos de los privados, y para eso es necesario que el precio les cierre. Habrá que verlo.
5. Cuestiones
vinculadas a propiedad intelectual y normativa comercial sí corre por el carril
de la administración pública. Si el Ejecutivo Nacional lo decide, puede avanzar
en ámbitos de su incumbencia, y si no deberá involucrar al Congreso para la
sanción de la normativa. ¿Habría
chances de que el tema propiedad intelectual se extienda a semillas? Por ahora
parece que está siendo dejado de lado.
EN CONCLUSIÓN
Incluso por el hecho de que junto con la Argentina, EEUU anunció acuerdos con Ecuador, Guatemala y
El Salvador, esto
parece responder más a la
necesidad de Trump de mostrar hegemonía sobre América latina que otra cosa.
Lo comercial tendrá que discutirse punto por punto, producto por producto y de seguro llevará un tiempo hasta que se
materialice en un comercio más dinámico.
Esto no quita que el Ejecutivo Nacional pueda tomar decisiones administrativas de apertura
importadora. Pero al final
del día lo que manda es el negocio.
Y hablando de negocio, veremos si las cadenas agroindustriales argentinas consiguen realmente
ventajas para vender en EEUU, y eso dependerá de la muñeca de los negociadores.


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