**SEGÚN ROSGAN: Siempre fueron
abusivos lo precios de fin de año, pero este año romperán el molde: “El mercado
interno enfrenta un fin de año donde la demanda se mantiene, la oferta no crece
y la hacienda continúa firme. Aunque las subas podrían ser más
graduadas que en meses anteriores, los precios difícilmente retrocedan.
Para los hogares argentinos, la mesa de Navidad y Año Nuevo volverá a sentir el
impacto”
De acuerdo con el informe ROSGAN el
precio minorista de la carne vacuna aumentó 2,8 % en octubre, acumulando 37,5 %
en los primeros diez meses del año y 61,3 % en la comparación interanual. Estos
incrementos suceden en un contexto donde otros sustitutos, como el pollo y el
cerdo, muestran variaciones más moderadas.
La oferta disponible para el mercado interno también juega un
papel clave. El último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de
Carnes (CICCRA) muestra una caída interanual del 6,4 % en la faena,
acompañada por una baja del 2,9 % en la producción de carne vacuna en el mismo
mes. Esta menor disponibilidad implica que las carnicerías y
supermercados reciben menos volumen para abastecer una demanda que, aunque
ajustada, continúa activa. Y posiblemente aumente en las próximas semanas
frente a la llegada de Navidad.
Dentro de la estructura
productiva, el peso de los feedlots también condiciona la oferta, ya que en
octubre el sistema registró más egresos (439.316 cabezas) que ingresos
(329.093), con un stock total que se redujo 4,4 % interanual al 1 de
octubre. La disminución del encierre disponible tiende a generar un faltante de
animales livianos, justamente los más demandados por el consumo interno.
El mercado exportador, si bien no es protagonista directo del
precio al público, sí influye sobre la disponibilidad de carne en el país. De
tal modo, el Consorcio ABC confirma que en octubre se exportaron 66,6 mil
toneladas peso producto, y aunque el volumen cayó 7,4 % respecto de septiembre,
el valor obtenido fue 38,3 % superior al de octubre de 2024 gracias a precios
internacionales más altos. Con un precio promedio de US$ 5.806 por
tonelada, la exportación continúa siendo un destino rentable para la industria,
lo que reduce la cantidad de carne que podría destinarse al mercado
local.
Mientras tanto, el consumo interno se encuentra en un nivel de
49,8 kg por habitante por año, cifra que muestra una leve recuperación respecto
de meses previos pero lejos de los promedios históricos superiores a 55
kg/hab/año. Esta estabilidad del consumo, pese a la inflación
acumulada, genera un piso firme que sostiene los precios minoristas.
Con este conjunto de factores: subas moderadas pero constantes
en góndola, oferta restringida, stock limitado en feedlots y exportaciones
firmes, la pregunta que surge es si los precios seguirán aumentando en
diciembre. La respuesta más probable es que sí, ya que todo indica que
la carne llegará a las Fiestas con valores sostenidos e incluso con posibles
ajustes adicionales, impulsados por la estacionalidad del consumo y la menor
disponibilidad de hacienda liviana.
El mercado interno enfrenta un fin de año donde la demanda se
mantiene, la oferta no crece y la hacienda continúa firme. Aunque las
subas podrían ser más graduadas que en meses anteriores, los precios
difícilmente retrocedan. Para los hogares argentinos, la mesa de Navidad y
Año Nuevo volverá a sentir el impacto.


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