**Gustave Bourdin, en la edición de Le Figaro del 5
de julio, lo consideró un libro LAS FLORES del MAL, "lleno de
monstruosidades", y once días después la justicia ordenó el secuestro de
la edición y el proceso al autor y al editor, quienes el 20 de agosto
comparecieron ante la Sala Sexta del Tribunal del Sena bajo el cargo de
«ofensas a la moral pública y las buenas costumbres».
Poeta francés, uno de los máximos exponentes del
simbolismo, considerado a menudo el iniciador de la poesía moderna. Hijo del ex
sacerdote Joseph-François Baudelaire y de Caroline Dufayis, nació en París el 9
de abril de 1821. Su padre murió el 10 de febrero de 1827 y su madre se casó al
año siguiente con el militar Jacques Aupick; Baudelaire nunca aceptó a su
padrastro, y los conflictos familiares se transformaron en una constante de su
infancia y adolescencia.
En 1831 se trasladó
junto a su familia a Lyon y en 1832 ingresó en el Colegio Real, donde estudió
hasta 1836, año en que regresaron a París. Continuó sus estudios en el Liceo
Louis-le-Grand y fue expulsado por indisciplina en 1839. Más tarde se matriculó
en la Facultad de Derecho de la Universidad de París, y se introdujo en la vida
bohemia, conociendo a autores como Gérard de Nerval y Honoré de Balzac, y a poetas jóvenes del Barrio Latino.
En esa época de diversión también conoció a Sarah "Louchette",
prostituta que inspiró algunos de sus poemas y le contagió la sífilis,
enfermedad que años más tarde terminaría con su vida.
Su
padre adoptivo, el comandante Aupick, descontento con la vida liberal y a
menudo libertina que llevaba el joven Baudelaire, lo envió a un largo viaje con
el objeto de alejarlo de sus nuevos hábitos. Embarcó el 9 de junio de 1841
rumbo a la India, pero luego de una escala en la isla Mauricio, regresó a Francia,
se instaló de nuevo en la capital y volvió a sus antiguas costumbres
desordenadas. Siguió frecuentando los círculos literarios y artísticos y
escandalizó a todo París con sus relaciones con Jeanne Duval, la hermosa mulata
que le inspiraría algunas de sus más brillantes y controvertidas poesías.
Como
ya era mayor de edad, reclamó la herencia paterna, pero su vida de dandy le
hizo dilapidar la mitad de su herencia, lo que indujo a sus padres a convocar
un consejo de familia para imponerle un tutor judicial que controlara sus
bienes. El 21 de septiembre de 1844 la familia designó un notario para
administrar su patrimonio y le asignó una pequeña renta mensual, situación que
profundizó sus conflictos familiares.
A principios de 1845 empezó a consumir hachís y
se dedicó a la crítica de arte, publicando Le Salon de 1845, un ensayo elogioso sobre la obra de
pintores como Delacroix y Manet, entonces
todavía muy discutidos. Ante los primeros síntomas de la sífilis y en medio de
una fuerte crisis afectiva, intentó suicidarse el 30 de junio de ese año. Más
tarde publicó Le Salon de 1846 y colaboró en revistas con
artículos y poemas. Buena muestra de su trabajo como crítico son sus Curiosidades estéticas,
recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868),
obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria.
Fue además pionero en el campo de la crítica
musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra
de Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte
nuevo. En literatura, los autores E.T.A. Hoffmann y Edgar Allan Poe, del
que realizó numerosas traducciones (todavía las únicas existentes en francés),
alcanzaban, también según Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que
persiguió él mismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus
distintos esbozos de obras teatrales.
Comprometido por su participación en la
revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la
violenta polémica que se creó en torno a su persona. El 30 de diciembre de
1856, Baudelaire había vendido al editor Poulet-Malassis un conjunto de poemas,
trabajados minuciosamente durante ocho años, bajo el título de Las flores del mal,
que constituyó su principal obra y marcó un hito en la poesía francesa. El
poemario se presentó el 25 de junio de 1857 y provocó escándalo entre algunos
críticos.
Gustave Bourdin, en la edición de Le Figaro del 5
de julio, lo consideró un libro "lleno de monstruosidades", y once
días después la justicia ordenó el secuestro de la edición y el proceso al
autor y al editor, quienes el 20 de agosto comparecieron ante la Sala Sexta del
Tribunal del Sena bajo el cargo de «ofensas a la moral pública y las buenas
costumbres». Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del
volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la
reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos
treinta y cinco textos inéditos.
Precedido de una
dedicatoria en verso "Au Lecteur", desconcertante y penetrante
apóstrofe, Las flores del mal está dividido en seis
secciones: Spleen e Ideal, Cuadros parisienses, El vino, Flores del mal, Rebeldía y La muerte. En esta subdivisión ha querido verse la
intención del autor de dar a la obra casi el riguroso dibujo de un poema que
ilustrase la historia de un alma en sus sucesivas manifestaciones.
Así,
el espectáculo de la realidad y el resultado de las múltiples experiencias (que
proporcionaron el terna a las poesías de la primera y de la segunda secciones)
seguramente llevaron al poeta a una desolada angustia, que en vano busca
consuelo en los "paraísos artificiales", en la embriaguez; después, a
una nueva reflexión sobre el mal con sus perversos atractivos y su desesperado
horror, de donde se origina un desesperado grito de rebelión contra el mismo
orden de la creación; y, finalmente, el extremo refugio de la muerte. Sin
embargo, aunque puedan reconocerse las etapas de su drama personal e incluso
las anécdotas biográficas (sus amantes: Jeanne Duval, Madame Sabatier, Marie
Daubrun), este diseño ideal debe entenderse solamente en su valor simbólico, no
como una sucesión propiamente "histórica" de fases sucesivas.
El mismo año de la publicación de Las flores del mal,
e insistiendo en la misma materia, Baudelaire emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa,
editados en versión íntegra en 1869 (en 1864, Le Figaro había publicado algunos
textos bajo el título de El spleen de París). En esta
época también vieron la luz los Paraísos artificiales (1858-1860), en los cuales
se percibe una notable influencia de Thomas de Quincey; el estudio Richard Wagner et Tannhäuser à Paris, aparecido en la
Revue européenne en 1861; y El pintor de la vida moderna, un artículo sobre
Constantin Guys publicado por Le Figaro en 1863.
Pronunció
una serie de conferencias en Bélgica (1864), adonde viajó con la intención de
publicar sus obras completas, aunque el proyecto naufragó muy pronto por falta
de editor, lo que lo desanimó sensiblemente en los meses siguientes. La sífilis
que padecía le causó un primer conato de parálisis (1865), y los síntomas de
afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia
en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur.
Trasladado urgentemente por su madre a una
clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento, en
agosto del año siguiente. Su epistolario se publicó en 1872, los Journaux intimes (que
incluyen Cohetes y Mi corazón al desnudo),
en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939. Charles
Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la
poesía moderna.



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