UNICEF
calcula que alrededor de 1,8
millones de niñas sufren
la explotación sexual en todo el
mundo, aunque tanto esta organización como la principal red de
lucha contra este flagelo, Ecpat International, reconocen que trabajan en
función de aproximaciones y extrapolaciones.
Ambas entidades afirman que la mayoría de los
turistas que recurren a la prostitución infantil son ocasionales, porque no van
expresamente en su búsqueda. "Simplemente
se encuentran con disponibilidad de estos niños y se aprovechan de ello",
aseguran los responsable del Programa de Prevención de la Explotación sexual
Comercial Infantil de la red Ecpat International.
En algunos países es fácil y barato, e incluso ropa y comida son intercambiados por sexo. Y
aunque al mismo tiempo Ecpat señala que este fenómeno puede producirse en
cualquier lugar y contexto, la
pobreza y la desigualdad son factores clave para su concreción.
Dentro
de este contexto, las dos organizaciones denuncian que cada vez son más los
ciudadanos de Europa, Estados Unidos y
Canadá que aprovechan la vulnerabilidad de niñas en Centro y Sudamérica, con especial
interés en México, Brasil, Colombia,
Perú y Argentina.
La dificultad para abordar esta grave problemática se
debe en parte a que muchos Estados lo
ocultan, y por eso no hay
estadísticas homogéneas. "Al tratarse de una actividad ilegal no
reconocida como un problema en algunas culturas o países, sumado a su
invisibilidad, hace que se desconozca el verdadero alcance y naturaleza del
fenómeno".
Sin embargo, Ecpat indica que diversos estudios
parecen indicar que, lejos de disminuir, la tendencia es creciente. Porque a pesar de que
algunas medidas y campañas están dando resultado, como sucede en Tailandia, uno de los destinos
predilectos para el turismo sexual infantil, los países cercanos aprovechan
para tomar el relevo, como hacen Camboya o Vietnam.
EN busca de soluciones: Una de las líneas de
trabajo para erradicar esta práctica es el Código
de Conducta que más de 1.000 actores
turísticos del mundo (aerolíneas,
agentes de viaje y hoteles, entre otros) han firmado.
Este documento los compromete a luchar de forma
activa contra la prostitución infantil en estos sentidos: "Establecer una
política ética corporativa contra la explotación sexual comercial de niños,
niñas y adolescentes; formar a su personal tanto en el país de origen como en
los países de destino; introducir una cláusula en los contratos con proveedores
estableciendo el rechazo común de la explotación sexual comercial de niños,
niñas y adolescentes; proporcionar información a los usuarios (turistas) por
medio de catálogos, folletos, videos durante los vuelos, etiquetas en los
billetes, páginas web; proporcionar información a los agentes locales clave en
cada destino; e informar anualmente sobre la implementación de estos
puntos".
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