El Papa Francisco aseguró que el mundo necesita líderes políticos con una nueva mentalidad, que esté dispuestos “a sentarse con sus enemigos en una misma mesa” para dialogar.
En este sentido, explicó que “no son líderes de paz aquellos políticos que no saben dialogar y ponerse al frente: un líder que no se esfuerza a acudir al encuentro del ‘enemigo’, de sentarse con él en una misma mesa, no puede conducir a su pueblo hacia la paz”.
El Santo Padre realizó estas declaraciones durante la audiencia que concedió a los miembros de la Asociación Rondine-Ciudadela de la Paz, con motivo de su 20 aniversario, a los que recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano este lunes 3 de diciembre. Esta asociación italiana es una organización comprometida con la reducción de los conflictos armados en el mundo.
Su objetivo es contribuir a un planeta sin conflictos armados, en el que cada persona tenga instrumentos para gestionar, de forma positiva, sus propios conflictos.
La originalidad de su método consiste en el desarrollo de proyectos educativos que se desarrollan en un pequeño pueblo medieval de la Toscana, en Italia. La organización ha habilitado este pequeño borgo como un lugar de regeneración del hombre, en el que se forman futuros líderes que busquen el bien común.
En sus proyectos formativos participan jóvenes provenientes de lugares que padecen conflictos armados, o que los han sufrido recientemente.
En su discurso, el Papa explicó que para cumplir el objetivo de dejar de ver en el otro al “enemigo” y de ir al encuentro de aquel a quien supuestamente hay que combatir, es necesario “humildad”, porque “la paz, de hecho, es responsabilidad de cada uno”.
Después de escuchar el testimonio de un joven israelí y una joven palestina, el Papa dio su apoyo al llamado que esta organización realizará en próximo 10 de diciembre en la ONU con motivo del 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
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