SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



sábado, 11 de mayo de 2019

Limpiemos nuestra casa de la "mala honda/energía negativa" si lo crees lee esta nota de sábado-

Hablamos de diferentes niveles de limpieza. Así como podemos mantener la casa limpia sin necesidad de dar vuelta todo cada vez, de la misma forma podemos mantener limpia la energía del hogar sin necesidad de hacer una limpieza súper profunda todos los días. “A veces prendo solo un carboncito, igual que ayer solo pasé la escoba y no volví a limpiar todo a fondo”.


Las claves son, como siempre, el sentido común y la intuición; la casa es un reflejo de cómo somos. “La ley de analogía se aplica siempre a todo”, empieza Anahí, “así que sean pillos y presten atención”, por ejemplo: si me lavo siempre con el mismo shampu, éste va a dejar de hacer efecto. Acá pasa lo mismo: la energía se acostumbra. Así que siempre vamos a tener que seguir aprendiendo e investigando nuevas técnicas o truquitos que nos gusten.


Ordená, hacé las camas, doblá ropa y poné cada cosa en su lugar. Básico y primordial. Disfrutá de cada paso, tomá control de la interminable pila de ropa sobre la silla y guardá todo con paciencia y amor. Vas a notar la diferencia, enseguida, la casa empieza a sentirse diferente. Orden afuera es igual a Orden por dentro.


¿Pero necesitamos realmente una técnica específica? Existen muchísimos métodos o rituales para limpiar y mantener el equilibrio energético.

Limpiar energéticamente tus espacios.

1.  Reconocer al espacio como un ser vivo. Aprender a tratar al hogar como a mí me gustaría que me traten – hacemos así del espacio un lugar acogedor y sagrado. La casa es el lugar que nos sostiene, que nos recibe con amor, y da amor a quienes la habitan. Si entablamos una conexión con la casa, nos va a ser más fácil limpiar el espacio. Seguro muchos ya lo hacen de forma inconsciente… tampoco hace falta que lo hagan en voz alta; cada uno como quiera.


2. Abrir ventanas y ventilar todo. Es fundamental que el aire circule; hacer que cambie y genere “movimiento” de algún tipo. Lo más sencillo es, además de vez en cuando, mover cosas y muebles pesados y limpiarlos.

3. ¡Qué se haga la luz! A veces andamos a las corridas y, por pereza, dejamos las persianas bajas varios días seguidos. El sol tiene fuerza y energía para renovar el espacio, dejemos que entre en la habitación. Si no tenés ventana en todos los ambientes podes jugar con algún espejo que haga rebotar la luz solar. No hay excusas, necesitamos hacer que entre el sol al hogar.


4. Bajar la tapa del inodoro, poner cristales en las rejillas. Los baños requieren un tratamiento distinto del resto de la casa. Son lugares donde la energía “se va”. Sin embargo, son los que se pueden reciclar más rápidamente. Una forma muy sencilla es simplemente acostumbrarnos a dejar siempre la tapa del inodoro baja. De paso, solucionamos el eterno dilema femenino-masculino de si bajamos o subimos la tabla. Dejamos siempre todo tapado, ¡y listo! Además, está bueno poner algunos cristales (los que vos elijas) sobre las rejillas.

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