**Es sabido que a nivel medico está contraindicado que los parros y gatos
laman la boca de adultos y niños por la transmisión de enfermedades lógicas,
estas mascotas lamen su ano y pene o vagina y luego depositan los fluidos en los rostros y bocas
humanas.
El Papa Francisco
compartió este viernes 12 de mayo que, hace unos días, regañó a una señora por tratar a su perro como a un hijo.
Así
lo indicó el Santo Padre en su discurso durante la tercera edición de “Los Estados Generales de la Natalidad”,
un evento en el que también participó la presidenta del Consejo de Ministros de
Italia, Giorgia Meloni.
En
su intervención, el Papa Francisco resaltó que “el tema de la natalidad es
central para todos, sobre todo para el futuro de Italia y de Europa”.
En ese sentido, el Santo Padre ofreció “dos 'fotografías' que
ocurrieron aquí, en la Plaza (de San Pedro). Hace dos semanas, mi secretario
estaba en la plaza y venía una mamá con un cochecito. Él, un sacerdote tierno,
se acercó para bendecir al bebé... ¡y era un perrito!”.
“Hace
quince días, en la Audiencia de los miércoles, yo iba a saludar, y llegué ante
una señora, de unos cincuenta años más o menos; saludé a la señora y ella abrió
una bolsa y me dijo: ‘Bendígamelo, mi bebé’: ¡un perrito! Ahí no tuve paciencia
y regañé a la señora: '¡Señora, tantos niños tienen hambre, y usted con el
perrito!’”, relató el Pontífice.
“Hermanos
y hermanas —advirtió el Papa Francisco—, estas son escenas del presente, pero
si las cosas siguen así, esta será la costumbre del futuro, tengamos cuidado”.
No es la primera vez
que el Papa se refiere al tema de las mascotas y
el lugar que actualmente estas ocupan en la vida de las personas.
En enero de 2022, el
Pontífice lamentó que en muchas parejas a los perros y a los gatos se les da el
lugar de los hijos.
“Muchas
parejas no tienen hijos porque no quieren o tienen solamente uno porque no
quieren más, pero tienen dos perros, dos gatos… Sí, perros y gatos ocupan el
lugar de los hijos”, señaló el Papa Francisco en aquella oportunidad.
“Y este hecho de renegar de la paternidad y la
maternidad nos rebaja, nos quita humanidad. Y así la civilización se
vuelve más vieja y sin humanidad, porque se pierde la riqueza de la paternidad
y de la maternidad. Y sufre la patria, que no tiene hijos”, agregó el Santo
Padre.
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