El Caballo Criollo es originario de
los caballos de las razas española andaluza y jacas, los colonizadores trajeron
los caballos criollos de la península ibérica en el siglo XVI. Establecidos en
América del Sur, especialmente en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú y el
sur de Brasil, muchos de estos animales llegaron a vivir libres.
Durante
cuatro siglos, las manadas formadas por estos caballos salvajes enfrentaron
temperaturas extremas y condiciones adversas de alimentación.
Tales
adversidades impresionaron en estos animales algunas de sus características más
llamativas, como la rusticidad y la resistencia.
Fue a
mediados del siglo XIX que los granjeros del sur del continente sudamericano
comenzaron a darse cuenta de la importancia y la calidad de los caballos
criollos que deambulaban por sus tierras.
La nueva
raza criolla, bien definida y con sus propias características, comenzó a
conservarse, ganando notoriedad mundial desde el siglo XX, cuando la selección
técnica elogió el valor y d Descendiente directo de los caballos españoles, la
raza criolla es conocida por su excepcional fuerza, resistencia y salud.
Famoso
por su longevidad, el caballo criollo puede vivir en frío o calor extremo con
una comida mínima. Es un caballo de silla con un carácter tranquilo,
inteligente y dócil. También es ágil y valiente.
El caballo
criollo es, por excelencia, un caballo de trabajo, ideal para tratar ganado,
para caminar y enduro, y se puede utilizar para viajar largas distancias. Si
está entrenado, puede convertirse en un atleta, destacando eventos como el
Golden Brake y las riendas.
El
caballo criollo tiene un tamaño pequeño y su tamaño varía entre 1.35 ma 1.52 m,
con un promedio de 1.45 m en machos y hembras. Su pelaje clásico es el gateado,
en este caso, una bahía oscura, con una franja negra, desde el extremo del
cráneo hasta la cola, rayas oscuras en las extremidades y, a menudo, en la
cruz. Sin embargo, todos los recubrimientos están permitidos.
La cabeza del
caballo criollo tiene un perfil rectilíneo corto, ancho, contorneado, en forma
de pirámide. Frente ancho y bien desarrollado, orejas pequeñas y lejos de la
base. Ojos grandes, prominentes, vivos y expresivos, espaciados sobre el borde
del plano frontal.
El caballo
criollo tiene una estructura ósea compacta y una musculatura extremadamente
consistente. Toda su anatomía agrega las características de agilidad y
resistencia.
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