Fuente, Diario Medico 2023: El corazón artificial total está
indicado para el paciente más enfermo, con fallo ventricular terminal y que no
tiene esperanza de recuperación, por lo que se utiliza como puente para el
trasplante. A diferencia de los dispositivos de asistencia -en los que se deja
el corazón en su sitio y se añade el equipo-, en el caso del corazón artificial
se retira el órgano y se coloca el dispositivo en el pecho del paciente.
Como ha explicado el
cirujano Pascal Leprince, «los resultados han mejorado mucho, ya que presenta
mejores tasas de supervivencia que se han conseguido con una mejor selección
del paciente. La mejora más significativa desde el punto de vista del dispositivo
es que la consola es ahora portátil, lo que permite que el paciente pueda salir
del hospital y asistir a centros de rehabilitación y vivir en su casa, cuando
antes estaba obligado a permanecer en la cama hospitalaria». En su opinión, el
incremento en la calidad de vida permite que el paciente mejore.
Infecciones
peligrosas:
El principal peligro
procede de las infecciones, ya que se trata de pacientes muy enfermos. «La tasa
de infecciones es elevada -más del 10 por ciento-, lo que supone un problema,
ya que una vez que se produce la infección no puede curarse y únicamente puede
controlarse. Esto implica que el enfermo debe tomar antibióticos de por vida y
debe desinfectarse el tórax periódicamente, por lo que deben de ponerse de
nuevo en lista de espera para que sean trasplantados cuanto antes», ha
advertido Leprince.
Según su criterio, el
futuro en este ámbito implica conseguir que los pacientes estén menos enfermos
y que puedan utilizar de este modo un dispositivo de asistencia al ventrículo
izquierdo (LVAD, según sus siglas en inglés), en vez de un corazón artificial
total. Como ha destacado, «la calidad de vida con un LVAD es mucho mejor: en el
futuro habrá que intentar evitar el corazón artificial total, pero no podremos
lograrlo, porque siempre tendremos pacientes con insuficiencia cardiaca muy
grave o a los que tendremos que extirpar los dos ventrículos. Por tanto, en
estos pacientes habrá que perfeccionar más la consola portátil para que mejore
su calidad de vida en casa».
Cada vez más asistencias
Por su parte, el
coordinador del curso Albert Miralles, cirujano cardiaco del Hospital
Universitario de Bellvitge y responsable del área de trasplante cardiaco e
insuficiencia cardiaca del centro, ha señalado que la situación de las
asistencias ventriculares de larga duración en la insuficiencia cardiaca
crónica en España es ligeramente inferior a la de países de nuestro entorno.
«El principal motivo
es la excelente tasa de donación y, como la mayoría de estas asistencias se
utilizan como puente al trasplante, tenemos la capacidad de trasplantar a los
pacientes relativamente rápido, por lo que las asistencias que se utilizan son
de corta duración», ha recordado. A juicio de Miralles, esta circunstancia
«evidentemente» va a cambiar, como ha sucedido en Europa y, cada vez más, serán
precisas asistencias de más larga duración.
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