SOCIEDAD Y CULTURA

Revista El Magazín de Merlo, Buenos Aires, Argentina.



miércoles, 10 de julio de 2024

COSTUMBRES ARGENTINAS: Hoy tortas fritas y empanadas en mi pueblo natal, y un poco de historia de estos emblemáticos alimentos.

 

Como ya les he comentado, celebramos cuando llegamos, cuando nos vamos, cumples, casamientos, bautismos, divorcios, etc. Y también sin motivo, solo reunirnos familia y amigos.

¿El origen de la torta frita es ALEMAN?



Aunque la torta frita es parte de la identidad de los bocados típicos de Argentina y Uruguay, su verdadero origen es alemán, como otra cantidad de recetas de la pastelería más popularizada. Se cree que llegó al Río de la Plata de la mano de inmigrantes españoles y árabes.

Los árabes habían tomado esta receta durante su tiempo en Europa y el vocablo fue traducido al español como “masa frita”. Posteriormente, la costumbre fue llevada a algunos sectores de América de la mano de los inmigrantes que arribaron.

En Alemania estas pequeñas tortas se conocen como Kreppel; por eso en los lugares latinoamericanos que tienen una gran colonia aleman (en las afueras de Bs As o Entre Ríos)  se conocen con ese otro nombre.

La tradición de hacerlas y comerlas fundamentalmente cuando llueve, se remonta a la época de la colonia; se dice que en aquella época se elaboraban con el agua de la lluvia y con ella unían la masa. Hoy sigue siendo un bocado que la lluvia evoca su preparación, siempre acompañadas de un buen mate.



¿El origen de las empanadas ARGENTINAS es español?: Según cuenta el historiador argentino Daniel Balmaceda en su libro La comida en la historia argentina, “los antiguos pueblos del Mediterráneo ya empanaban”. “Su popularidad (de la empanada) en Occidente partió del inconmensurable intercambio que se dio durante las Cruzadas y arraigó entre los peregrinos que cubrían largas distancias. Los alimentos empanados eran fieles compañeros de aquellos que emprendían la ruta a Santiago de Compostela”, relata Balmaceda.



Se cree que la empanada llegó a Argentina de la mano de los inmigrantes españoles. Balmaceda dice que ya en 1800 había vendedores de empanadas en territorio rioplatense.

Y, a comienzos del siglo XX, “la venta callejera de empanadas se dividió en dos. Por un lado, los españoles: ellos ofrecían su producto fresco, pero frío. Los italianos del sur, en cambio, vendían las empanadas calientes, aunque era la forma de disimular la falta de frescura, porque, en realidad, eran en ocasiones recalentadas.



En la actualidad hay una gran variedad de empanadas en Argentina, pero entre las más tradicionales, conocidas como empanadas criollas, de la provincia de Buenos Aires, están las empanadas tucumanas, que está rellena de carne cortada a cuchillo, huevo y cebolla de verdeo; la salteña, que le suma papa a su contenido; y las catamarqueñas, que tienen pasas de uva. Y luego están las empanadas rellenas de jamón y queso, verduras, pollo, humita y muchas otras opciones. También varía el tipo de cocción: pueden ser fritas con aceite o grasa de cerdo, o al horno común u horno de barro.

 

 

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